“Mi vida por mi reino”, dijo Alexia hace un tiempo. Para acompañar el piojardo de los de las afueras, hace un par de  meses anunció que se congeló su ingreso  "acompañando el esfuerzo que todos debemos realizar en este momento, No habrá virus de la corona que nos aparte del sendero”, dijo.

Pasó el tiempo y lo cierto es que, Alexia se olvidó. O se hizo el gil. O trató que ninguno se diera cuenta que todo fue verso para la gilada y robo para la corona. En síntesis, se "descongeló"  los acres y se llenó los bolsillos de golpe. No dijo ni mu, no sea cosa que alguno se avive de su avivada y todo salte por el aire.

"Mi salario es mío, mío y mío” dicen que dijo. El tiempo  pasó, Alexia se olvidó, echó tierra para dividir el reino y acres a sus bolsillos para olvidar sus penas. Eso pasó. Los de las afueras quedaron como siempre, en pampa y la vía, o en bolas  y él, con la capa revoleada, reluciente y el cofre lleno.

Para disimular, dijo lo mismo de siempre: que la crisis, que el virus de la corona, que Sir Kichi-llof, que Sir Alberto no lo quiere y que por eso a su reino le va mal y cosas por el estilo.

De sus falencias, flaquezas, miserias e incapacidades ni mu. Nada de nada. No sea cosa que alguno se avive que es medio gil para la cosa pública y rapidísimo para la propia. Una especie de pura sangre que te saca diez cuerpos en la recta final, cuando menos te lo esperás. Algo así.

Mientras a él la vida le sonríe y juega a la mancha con las liebres, el reino es un desbole. No hace nada. No arregla un sendero, no pone un candil, no genera trabajo, no le saca la soga del cuello con los tributos a su gente, se hace el gil con concretar obras para su gente y deja pasar el tiempo, esperando al Mesías. Que según él, es el primo Jorge, primo de Amarillo I y el futuro salvador. Y él, ni lerdo ni perezoso, ya salió a gritar a los cuatro vientos que los reinos no tienen futuro en este tiempo y que todo será mejor cuando él –o sea Primo Jorge-  y ellos, -con él incluido-, tomen las riendas del Reino Central. Que después se verá si son capaces de domar el monstruo, pero eso es otra historia. ¿Por qué? Simple, porque a esa altura, ya habrán puesto sus culitos en los sillones codiciados y el plan estará cerrado.

Es simple. Se trata de permanecer, echar culpas a otros cuando no gobiernan y echarle culpas también a otros por el desastre que dejaron y llevará años acomodar. Que para eso deberán gobernar un par de años y ver si la cosa sale.

Si no sale, no será por culpa de ellos, sino por todo lo demás. Un plan simple y efectivo. Algo deben tener estos reyes, porque se la pasan haciendo cagada tras cagada y siguen como si nada, como si su mundo fuera otro reino, el del revés. Uno donde a ellos les va fantástico y al resto, como el culo.

Increíble, pero hace años se repite la misma historia. Alexia es de esa calaña. Fue un desastre, de lo peor. Junto a su jefe tapó lo que intentó asomar. Lo disfrazó de tormenta y les pasaron cosas. Tantas cosas,  que aunque pasó el tiempo, quedaron sus efectos y sigue el mismo desbole que provocaron. En el medio del temporal, todos nosotros, los sufrientes de las afueras, pero a la gente como Alexia les importamos un carajo. Problema nuestro.

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PetrEgo

PetrEgo se enamoró. Tuvo una semana idílica. Subió a las redes sociales, su mundo en este mundo, imágenes con sus amores, su mujer y sus hijos y hasta se atrevió a decorar un banquito con globos y corazones y darle un toque adicional, con un saxofonista a la carta, para ponerle el moño  a la foto de San Valentín. No sólo eso: inauguró en la laguna, la…¡Península de los Enamorados! Es demasiado. Sí, pero real. El domingo pasado  inauguró un nuevo espacio para que puedan disfrutar vecinos y turistas enamorados y llevarse una postal única del atardecer.

Antes, se enamoró de otras cuestiones que pasaron un poco más desapercibidas. En primer lugar, de su bolsillo, engordándolo de una manera afrodisíaca, algo así como un poco más del 90%. No sea cosa que la inflación se desboque y lo agarre desprevenido. Por eso, dejó atrás la módica suma de 129mil mangos que parece ya no le alcanzaban para parar la olla y le manducó casi 250 lucas por mes. Qué tanto. Si hay que subir, hay que subir. Cómo no enamorarse ni inflar globitos de colores, sin importar si son amarillos o negros, si los verdes siguen entrando.

Bueno, mientras tanto quedaron colgados de la rama la discusión de los aumentos para los empleados municipales,  del orden del 14% pero ya habrá tiempo para ello. Primero lo primero. Ah, si alguno quiere averiguar sobre la blancura del blanco de PetrEgo, no podrá: desde hace más de un año y medio algún transparente eliminó de la página web municipal la información salarial del intendente  y sus funcionarios, información que desde hacía muchos años se venía publicando y cualquier ciudadano podía ver. Bueno, todos los sueldos municipales en la sección de  "Transparencia" de la página web se esfumaron. ¿Que dejó de ser transparente? Obvio, para que andar mostrando estas cuestiones.

En esta Isla de la Fantasía sin Tatoo, PetrEgo sigue inflando globos para la gilada y sonriendo para las selfies. No sea cosa que alguno se avive que está haciendo nada y que regalado, sale carísimo.

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Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

*) Aumentarle un mango al resto de los empleados municipales. Primero yo. Jijiji

*) Publicar de una vez en la web de transparencia, nuestros números transparentes de nuestra  gestión transparente.

*) Armar alguna obrita, pintar un cartelito señalador de calles, arreglar alguna callecita de tierra, cositas así.

*) Llamarlo a Roberto Galán para que vuelva del más allá a la ciudad del Amor.

*)  Multiplicar y sumar más, para que los veraneantes que anunciamos, sean cientos de miles, millones.

*) Volver a colocar en su sitio el guardrail de avenida Circunvalación y Respuela, que lleva dos meses tirado al costado de la ruta.

*) Tapar el canaletón a cielo abierto de Padre Respuela y Circunvalación. Y de paso, unir la colectora