Tras casi un mes de conflicto y varias jornadas de paro, los empleados municipales celebraron como un triunfo que el Ejecutivo municipal accediera a sus pedidos: un 55% de aumento salarial, a percibir en forma escalonada antes del mes de junio.

Sin embargo, para muchos trabajadores la alegría se diluyó ayer, cuando percibieron sus salarios correspondientes al mes de marzo. Alrededor de 230 empleados que percibían un sueldo inferior al mínimo, vital y móvil, y cobraban un bono para equiparar, comprobaron ayer que siguen percibiendo el mismo sueldo de bolsillo.

Es que ese incremento acordado fue a abultar el monto del básico, con lo cual se eliminó ese bono ya que llegan sin necesidad del mismo, a recibir el mínimo, vital y móvil. Pero a la hora de ir a retirar los billetes, la suma sigue siendo la misma: sólo cambiaron números de casilleros. Las modificaciones fueron entre las sumas en blanco y en negro, pero no se movió la aguja a la hora de cobrar.

“Secretarios, subsecretarios, directores, coordinadores, todos los que tienen puestos jerárquicos, sí recibieron alrededor del 25% de aumento de bolsillo, sobre sueldos muy superiores a los nuestros. Mientras, nosotros seguimos subsistiendo con salarios miserables”, reclamaron trabajadores.

La diferencia percibida este mes es por el cobro de la ayuda escolar, que el Gobierno nacional abona a los padres de niños en edad de educación obligatoria, pero que es por única vez. Desde el mes próximo, esta pequeña suma dejará de estar presente en los sueldos.

De este modo, en al menos un tercio de la plantilla municipal, el malestar volvió a sentirse. Habrá que aguardar cuáles serán las acciones sindicales a partir al menos, de mitad de año, para recomponer las retribuciones que perciben los que menos cobran dentro del municipio. De todos modos, fuentes allegadas al gremio de Gabriel Saudán aclararon que "aún falta un 25% más de aumento y la recategorizacion".