LOCALES | 11 abr 2021
CRECIENTE INSEGURIDAD
Junín tuvo su “Robo del Siglo”, pero nadie dice nada
El botín que se llevaron la semana pasada los delincuentes de una vivienda de Coronel Suarez al 200, se convirtió según versiones no oficiales, en el más grande de todos los tiempos ocurrido en nuestra ciudad.
Una pareja tenía una suma varias veces millonaria en pesos argentinos para llevar a cabo una transacción comercial y al menos un par de delincuentes los dejaron sin nada.
El monto, según afirmaron algunas fuentes, es el mayor botín que pudo llevarse algún ladrón de Junín y el peor de los robos en la gestión de Pablo Petrecca, pero llamativamente la mayoría de los medios no informaron nada al igual que los funcionarios policiales y municipales a cargo de gestionar la inseguridad que vive el distrito, mientras quelas fuentes aseguran que las investigaciones implementadas por la policía y la justicia, hasta el momento fueron muy “light”.
El hecho ocurrió al caer la noche del jueves pasado cuando la moradora de una vivienda ubicada en Coronel Suárez 270 regresó a su vivienda luego de estar fuera por una hora y media y se encontró que desconocidos habían violentado un ventiluz y se habían llevado joyas y una cantidad de dinero que tenía preparada para una transacción comercial.
“Escruchar”, según el diccionario del delito, es "robar en una casa en ausencia de sus moradores, violando puertas, ventanas, o cualquier otra barrera”.
Las fuerzas policiales nacionales han determinado que el escruche es una de las cinco principales formas de delitos: las otras son el arrebato, el robo violento, los denominados motochorros y el “cuento del tío”.
Justamente unos días antes de este hecho que, pareciera hay intereses en que pase “inadvertido”, un jubilado que vive enfrente fue reducido por un delincuente a punta de cuchillo y le robó todos sus ahorros, sin que se haya logrado ubicar al culpable y a quien le oficiaba de “campana”.
En esta oportunidad, la familia perjudicada por el robo también habría encontrado un cuchillo olvidado por el o los ladrones, por lo que la modalidad sería muy similar y podría tratarse de la misma banda.
Sin embargo, a pesar de la repitencia de los hechos, la causa no habría sido atendida como se esperaba con el objetivo de lograr resolverla. Sólo la DDI Junín estuvo en el lugar al ocurrir el hecho, pero no hubo participación de otras dependencias, ni la policía científica y tampoco de la fiscalía que recién habría tomado cartas en el asunto al otro día, disponiendo algunas medidas procesales.
Un llamativo desinterés frente a un hecho que, salvo por su silencio, debería quedar en los anales de la delincuencia local a la hora de determinar las falencias en la seguridad.