lunes 7 de julio de 2025

CULTURA | 12 may. 2021

CANTO POPULAR URUGUAYO

Los casi 45 años de Larbanois & Carrero

Se trata de un dúo formado en 1977 por los músicos Eduardo Larbanois y Mario Carrero, cuya actividad permanece hasta la actualidad. Desde sus inicios se transformaron en protagonistas de la movida conocida como “Canto Popular”, en un contexto de dictadura, donde la música popular jugaba un papel importante dentro de una sociedad que tenía que pedir permiso para reunirse o expresarse.


Por: Ismael A. Canaparo

Larbanois & Carrero, el popular y talentoso dúo uruguayo, se apresta a festejar un hito trascendental: los 44 años de vigencia en el mundo del canto popular. El show aniversario de este referente imprescindible de la música uruguaya, se realizará en dos fechas, 19 y 20 de noviembre, en el Teatro de Verano “Ramón Collazo”, de Montevideo

La pareja conformada por Eduardo Larbanois y Mario Carrero en guitarras y voces, uno de los más populares y prestigiosos de lo que se conoció como "Canto Popular Uruguayo", se formó en 1977, tras la senda de Los Olimareños, y llevan editados hasta el presente casi 40 discos. Curiosamente, ninguno de sus álbumes había sido publicado en la Argentina hasta hace diez años, en que el sello Acqua Records editó “Canciones de Santamarta”, uno de los más significativos del dúo. El álbum, que cuenta con la participación de conocidos músicos como Hugo Fattoruso en acordeón, Popo Romano en bajo y Edu Lombardo en percusión, alterna el folclore rural de milongas, polcas y chamarritas, con expresiones derivadas del candombe, el tango y la murga, en canciones de su propia autoría. El tema que le da título, se convirtió en un emblema antiglobalización, con versos como "y aunque es malo mantenerse aislado/cuando todo el mundo está tan conectado/si el diablo gobierna hay que tener cuidado/la cultura nunca puede estar de lado/no todo está en venta, no todo es mercado/árbol sin raíces no aguanta parado".

Eduardo Larbanois nació en Tacuarembó el 1 de agosto de 1953. Integró junto a Eduardo Lago el Dúo Los Eduardos, con el que llevó a cabo actuaciones en todo el país y también en la Argentina. Recibieron diversos premios y editaron tres LP: “Un cantar por el norte”, “Los Eduardos 2” y “De mis pagos queridos”.  Cuando habla de Carlos Gardel, jura y perjura que El Zorzal nació en su misma ciudad.

Mario Carrero nació en Florida el 16 de mayo de 1952. En Montevideo desarrolló gran parte de su actividad artística como solista, recibiendo a fines de 1973 y como representante de esa capital, el premio a la mejor voz en el Festival Nacional de Folklore, realizado en Paysandú.

La historia cuenta que sobre fines de 1977 ambos músicos se encuentran y deciden conformar "Larbanois & Carrero". Su primera actuación masiva se realizó en el Festival del Colegio San Juan Bautista, en 1978, año en el que también participaron de diversos espectáculos multitudinarios compartidos con otras figuras del denominado “Canto Popular”, movimiento del cual son fundadores, que tuviera una gran incidencia en la lucha por la recuperación de la democracia en el país. Actuaron en los recitales "5 x 1" y "Canciones cruzadas" junto a distintos artistas de su generación, hasta que llega su primera presentación en solitario, llamada "Canto de gente" que se ofreció en el Teatro de la Alianza Francesa.

Durante su extensa trayectoria el dúo compartió escenarios con artistas de la talla de Soledad Bravo, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Chico Buarque, Sara González, Santiago Feliú, Vicente Feliú, Belchior, Paco Ibañez, Joan Manuel Serrat, León Gieco, Tarrago Ross, Litto Nebia, Juan Carlos Baglietto, Susana Rinaldi, César Isella, Alfredo Zitarrosa, Los Olimareños, Daniel Viglietti, Pablo Estramin, Pepe Guerra, José Carbajal "El Sabalero", Los Quilapayún, Carlos y Enrique Mejía Godoy, Raúl Elwanger, Numa Moraes, Víctor Heredia, Hugo Fattoruso, Ricardo Flecha, Dúo Salteño, Dúo Orozco/Barrientos, Os Serranos, Jorge Trasante, Cono Castro, Gustavo Montemurro, Hilario Pérez, Julio Cobelli, Toto Méndez, Martín Ibarburu, Federico Righi, Tabaré Rivero, Chole Gianotti, La Abuela Coca, Grafolitas, Murga Agarrate Catalina y Emiliano Brancciari, entre otros.

“Hicimos dos listas separadas de canciones y coincidimos en casi todas”, cuenta Larbanois sobre el repertorio del show. “Pensamos que van a ser 40”, dice, e incluso habrá algunas que nunca se han tocado con esta banda que, con la dirección musical de Gustavo Montemurro, incluye a algunos de los mejores músicos del momento.

LARBANOIS & CARRERO: “NOS NEGAMOS A SER PANFLETARIOS”

El diario “El País” de Montevideo acaba de publicar una jugosa charla con estos dos brillantes exponentes de la música, donde cuentan algunas historias de estos 40 años,  intentando revelar el secreto de su permanencia, reconociendo sus orígenes y mostrando un merecido orgullo. He aquí detalles de la entrevista:

—¿Alguna vez imaginaron que iban a celebrar 40 años de carrera?

Eduardo Larbanois: No. Vos elaborás un proyecto y después se va cimentando o no. Nunca nos pusimos límites, solo tratamos de alimentar la motivación que nos había llevado a trabajar juntos. Y eso nos fue gratificando, exigiendo más y hasta hoy día seguimos en esa. Mientras tengamos objetivos comunes, seguiremos dando lo mejor que podamos.

—¿Aún sienten nervios cuando suben a un escenario?

E. L.: ¡Claro! El día que no tenga las maripositas en la barriga...

Mario Carrero: Sí, esa cosa de estar pendiente de cómo va a salir, de si le podés errar a una letra, a un tono...

—¿Le pasan esas cosas?

E. L.: Bueno, cuando entrás la cancha, te olvidás; cuando entrás a hacer lo que preparaste, lo disfrutás.

M. C.: Es como en todo oficio: si te sale bien la primera, vas tomando confianza. Y hasta ya pizarreás.

—Lo que ha mejorado mucho en la música uruguaya es la infraestructura, y ustedes son un ejemplo de eso. Lejos han quedado las condiciones de aquellos primeros tiempos.

M. C.: Tenemos una estructura trabajando con nosotros que incluye a toda la banda, con la que tenemos una cuestión de equipo muy fuerte. Y además hay un equipo técnico.

—Son una de generación repleta de cantores. ¿Por qué ustedes trascendieron y siguen vigentes y muchos otros desaparecieron?

E. L.: No es un oficio fácil. Es un país pequeñito pero tuvimos mucha suerte. En todo caso lo que más nos ha mantenido es el cariño de la gente.

—Todo bien, ¿pero por qué se da eso?

E. L.: El artista es un emergente social, que a través de su obra traduce una sensibilidad más o menos global de su pueblo. Habla de sí mismo, pero al hablar de sí mismo es parecido a los vecinos del barrio que se sienten identificados. Y están esos que te dicen: “eso que ustedes dicen, es bien así”. Ahí es cuando uno se encuentra con la gente. Porque uno es de pueblo, Mario es de Florida y cuando se vino a Montevideo, se fue para Villa Española, que en aquella época era como un pueblo. Y yo en Tacuarembó siendo niño, cuando alguien venía a Montevideo ya era distinto. Somos gente de pueblo.

M. C.: La gente valora la coherencia, el profesionalismo y hasta la intención. Siempre intentamos hablar de hoy en cada canción. Venimos de una generación de canción de texto, y nos metemos en las canciones en temas que nos son muy queridos. Y no digo político partidarios. “Santa Marta”, por ejemplo, plantea el tema de la globalización.

—Aunque están vinculados a una sensibilidad de izquierda, está claro...

E. L.: Pero nos negamos a ser panfletarios. El panfleto es circunstancial y una manija para el cuadro. El arte genera una sensibilización mayor para comprender lo humano; en un mundo en que la velocidad informativa es tan grande que no te da tiempo a razonar. El cerebro que tenemos es el mismo de hace 200 años, y teníamos tiempo para parar y reflexionar una noticia: hoy día no lo tenemos. En el arte eso no funciona. Una canción te va generando diferentes emociones en diferentes edades. El Bocha Benavides decía: “el autor es un visor inteligente de su obra”. O sea que el autor sabe lo que hizo pero no sabe lo que le salió. El círculo se completa con el receptor.

M. C.: Somos el fruto de una generación que corresponde a un momento histórico en Uruguay y en el mundo. Desde la revolución cubana, los Beatles, Elvis Presley, Olimareños, Zitarrosa, Galeano, García Márquez. Somos un producto de eso. A medida que vas avanzando, intentamos que ese ADN siga presente, pero tratando que de algún modo no pasemos a ser un elemento arqueológico. Seguir generando, aportando a la discusión la mirada de aquello que nosotros traíamos. Hemos cantado con la generación de los sesenta, con las de hoy y hemos logrado que gurises nos crucen por la calle y nos digan: “Larbanois - Carrero es rock and roll”.

E. L.: Lo que quiere decir: “también son míos”. Hemos logrado que gurises nos crucen por la calle y nos digan: “Larbanois - Carrero es rock and roll".

—¿Tienen muchas canciones que merecieron mejor suerte?

M. C.: Sí, claro pero es por nosotros mismos. Un recital es de una hora y media con 25 canciones como mucho, y nosotros tenemos 200 para hacer. Pero en un festival subimos y ya en la primera canción nos están pidiendo “Ocho letras”, “Santa Marta”, “Zumba que zumba”. Es lindo que eso pase.

E. L: Esas canciones te dan pie a las otras y hay un ámbito determinado para presentar una canción nueva. Una sala de teatro, por ejemplo. Aunque las rodeamos de canciones conocidas, de comentarios, para vestirlas y poder presentarlas.

—Un cambio grande que ustedes vivieron es la proliferación de festivales en el interior. ¿Cómo es ese mundo?

E. L: Muy lindo. Generalmente son comisiones que se conforman para promover determinadas cosas que tienen que ver con nuestra idiosincrasia campesina. La Patria Gaucha una de las cosas notables que tiene es la reproducción de la vida rural en el siglo XVIII y XIX. Eso es lindísimo.

—Pero más allá de esos impulsos, muchas de esas tradiciones se están perdiendo mismo.

M. C.: En el último disco hay una canción como “La yerra”, pero la yerra solo se mantiene en aquellos que lo quieren hacer tradicionalmente. En lo estrictamente funcional y económico, llevan los animales al tubo y lo hacen dos personas. Y aquello de que se junten 200 personas, hagan asado con cuero, saquen unos vinos, todos medio tomados.

—¿Cuándo fue su primer recital en el interior?

M. C.: Una gira formal por Tacuarembó, Melo, Treinta y Tres, Varela.

E. L.: En 1978. Fue cuando recién nos empezaron a llamar como dúo porque entonces éramos dos solistas. Y de ahí el nombre, porque antes eran nombres genéricos (Los Zucará, Los Olimareños). Y cuando nos llamaron a nuestra primera actuación profesional en el San Juan Bautista, en marzo de 1978, nos dijeron Larbanois - Carrero. Para ese fin de año preparamos una gira y allí salimos con Nelson Caula que recitaba poemas, y un equipo de técnicos. Nos íbamos en la Onda. En Tacuarembó, mi ciudad, fue nuestra primera actuación porque ahí me conocían por el dúo Los Eduardos. De ahí fuimos a Melo y no fue nadie. Y en Treinta y Tres, llegamos al Club Democrático, miramos y el público era Rubén Lena y la señora. Pero como a los 10, 15 minutos cuando salimos a escena estaba lleno de bote en bote. Y en Varela, tocamos con todos los amigos de Treinta y Tres.

—A una ciudad como Treinta y Tres, ¿cuántas veces fueron?

E. L.: Muchísimas. Por lo menos todos los años y más de una vez. Y están todos los pueblos chicos, Cebollatí, Vergara, Rincón, Arrozal Treinta y Tres.

—Tienen millas ustedes...

E. L.: Sí. Ojalá nos dieran millas por todos esos viajes. Pero ha sido una experiencia riquísima porque vas conociendo la idiosincrasia misma y las diferencias sustanciales que hay de un pueblo a otro. Cómo la identidad es un fenómeno dinámico, pero además en un ámbito pequeñísimo hay una vida propia con cosas muy propias y esos pueblitos pequeños...

M. C: Hay cosas que siguen hasta hoy aunque la tecnología ha emparejado bastante, y en un viaje al interior hoy no es que la gente no sepa qué es lo que llega de Montevideo.

—Los asados que deben haber comido ustedes en las giras.

M. C.: La verdad que sí, pero ahora estamos más prolijos.

E. L.: Estamos domados.


TRES DISCOS


Con casi 45 años de trayectoria encima, Mario Carrero y Eduardo Larbanois no paran. Acá, un repaso de sus últimas y variadas ediciones.

HISTÓRICO - EN VIVO JUNTO A PEPE GUERRA, 2016

El dúo se juntó con otro histórico del folclore, Pepe Guerra, para un encuentro memorable en el Teatro de Verano que quedó registrado en un disco doble en vivo, con un repertorio que tiene lo mejor de la música popular nacional. Empieza con “Cuando empieza a amanecer” y cierra con “A Don José”.

CONCLUSIONES - DISCO DE ESTUDIO, 2015

Es el último disco de estudio de Larbanois - Carrero, y uno de sus trabajos más destacados. Con producción de Gustavo Montemurro, la dupla se aggiorna en cuanto a sonido y fórmula, para mezclar rap con tradición y hacer un abordaje temático que es variado e interesante.

CUATRO EN LÍNEA - CON EMILIANO Y EL ZURDO, 2012

Es otro trabajo en vivo registrado en el Ramón Collazo, pero esta vez con un dúo popular de otra generación, el que conforman Emiliano Muñoz con Freddy “El Zurdo” Bessio. Fue Disco de Oro y es una prueba de cómo Larbanois - Carrero han trascendido su propio tiempo y público.


 

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