Si asociáramos a cada partido político con una fruta y a los seguidores de éstos como jugo de esas frutas, podríamos decir que hubo una época que había manzanas, naranjas, peras, frutillas, etc, etc, y sus respectivos jugos naturales. Por supuesto  también que estaban los "bananas" de siempre y sus licuados.

Lo bueno de ese entonces era saber fácilmente como era cada fruta y su jugo, de que planta provenía su genética, si eran frutas dulces, amargas, livianas, digeribles o "pesadas", como "las bananas".

Hoy se nota claramente  que quedan muy muy pocas frutas auténticas y si a eso le quitamos las podridas menos aún.

Los jugos naturales puros -no ajenos al fenómeno - han perdido lugar también frente a una invasión de jugos artificiales y hoy es difícil distinguir a un "banana autentico" de un "acetato de isoamilo", políticamente hablando claro.

La alquimia mediática ha transformado y reducido a estas "frutas y jugos políticos" a ser no más que un artificial  SABOR MULTIFRUTA,  y es justamente sobre este particular y tan propagado  jugo sobre el que me detengo a reflexionar , extrapolado como dije a la licuadora política.

El político o  seguidor tipo MULTIFRUTA tiene características muy particulares. Al haber perdido su sustancia, su esencia, no tiene una genética ancestral heredada, lo cual lo cual lo lleva inevitablemente a experimentar una conflictiva sensación de orfandad   política.

Es imposible relacionar un JUGO MULTIFRUTA  con algún autentico árbol del cual proceda, ni siquiera tampoco es posible asociarlo a algo que al menos tenga raíces (y no digo profundas ni sólidas), ni siquiera a un yuyo natural .

por lo que viven una angustia existencial política similar a la que podría sentir la Oveja Dolly al buscar su árbol genealógico familiar. No hay nada hacia atrás, y el futuro de un experimento es muy incierto. Encima los resultados de la etapa experimental recientemente pasada son desastrosos. No queda vía más salvadora que el NEGACIONISMO.

ACEPTARSE  "Jugo Multifruta" implicaría justamente aceptar que estos "jugos políticos artificiales" son diseñados en un laboratorio de marqueting de campaña, y sintetizados por dos o tres CEO´s en alguna fastuosa oficina de alguna corporación mediática.  Pero eso no es fácil de aceptar por lo que el único camino que elegirán transitar será el que mejor oculte su mentira, es decir , de fruta autentica no tienen nada... son ni más ni menos que  una muy hábil manipulación de sustancias quimicas que parecen ser naturales y benignas pero que son todo lo contrario: artificiales y dañinas. 

Son el SABOR MULTIFRUTA DE LA POLITICA.. Se le siente gusto a pera, a naranja, o manzana o a lo que sea,  pero en realidad de frutas auténticas no tienen nada, sino apenas artificiales  apelaciones mentales a una fruta .

Como era previsible, los más afectados han sido “los bananas" y "los mas duraznos". Para colmo de males la fruta podrida de cada especie se vende al mejor postor como frutilla para el postre. Así está la situación.

Es notable también como han perdurado los amargos , me refiero en particular al eternamente marginado pomelo , ese al que casi nadie prefería por ser tan amargo , y aunque sigue siendo tan amargo como siempre tiene a su favor el hecho que aún conserva gran parte de su naturaleza y de su esencia y  sigue siendo poco consumido también .

 Por último dejo expresamente aclarado que entre tanto insoportable sabor multifruta seguirá siendo bienvenida a mi mesa cualquier fruta natural aunque no sea la de mi preferencia.

Digo esto porque al menos en las frutas naturales uno puede percibir a priori la naturaleza, procedencia, cualidades, bondades o defectos de las mismas.

Así es entonces que en mi sea  FRUTASY JUGOS  NATURALES SIEMPRE, "JUGO EN SOBRES" JAMAS y menos que menos sabor multifruta.