viernes 19 de abril de 2024

LOCALES | 13 jun 2021

EDITORIAL

Cuando la política corrige a la política

Que los talleres ferroviarios vuelvan a manos del Estado se transforma en una piedra basal para pensar Junín con un horizonte bien determinado.


Por: Semanario

En la apertura del encuentro sobre Ferrocarril e Industria, realizado en 2019, el Ing. Alejandro M. Martínez, decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, indicó que “el fuerte retroceso que se impuso al sistema ferroviario en Argentina puede considerarse uno de los delitos económicos más graves e impactantes de los que se tenga memoria, y que la Universidad tiene el deber de dar a conocer sus ideas y capacidades para su recuperación, conectando con sus protagonistas”.

Desde la perspectiva de la ingeniería, entienden que cuando se mueve el tren se mueven todas las ingenierías –por ejemplo, civil, mecánica, industrial, electrónica, electricista, informática, agrimensura- y esto trasciende al ámbito de la industria e incluye también aspectos de operación y gestión, logísticos, entre muchos otros.

Por eso la significancia que adquiere el hecho de que los talleres ferroviarios de Junín vuelvan a manos del Estado, no pasa simplemente por darle sustentabilidad laboral a los trabajadores de la COOTTAJ que “resistieron con aguante” durante 27 años, sino que se transforma en una piedra basal para pensar Junín con un horizonte bien determinado, sin caer en proyectos de caleidoscopio que sólo muestran espejitos de colores.

Mario Meoni, que era apenas concejal mientras se desmoronaba el sistema ferroviario en nuestro país con la anuencia de medios de comunicación nacionales que tergiversaban datos (como hoy lo hacen con la vacuna) y escondían el saqueo, fue quien terminó corrigiendo con política, los errores de la política.

Porque el ministro de Transporte y ex intendente, nunca creyó en el ocaso del ferrocarril sino que lo esperanzaba el retorno, por eso tampoco cejó con el pedido del paso bajo nivel, ni aun cuando el tren era olvido, sabiendo que algún día regresaría el tráfico viario y la ciudad no podía seguir partida en dos.

Y le tocó justamente a Meoni ser el primer reconstructor del sistema ferroviario y quien dejó sin chances al candado que tenía en sus manos Pablo Petrecca cuando hace un par de años, con su desidia, esperaba ejecutar la condena y cerrar el portón de calle Rivadavia, terminando con el puñado de trabajadores cooperativos que quedaban como resabio de tiempos lejanos.

Aún en la negrura que propone la pandemia, se ilumina una esperanza muy cara al sentimiento juninense. Lo que viene por delante no puede desperdiciarse como se hizo en los ’90, sino que requiere del esfuerzo político y social para construir nuevamente, ladrillo por ladrillo, un área de desarrollo local, como lo es la industria, en momentos en que más cuesta hallar este tipo de oportunidades.

La temprana muerte de Meoni exigirá un esfuerzo extra por parte de quienes, a través de la política partidaria, las organizaciones sociales, las entidades de segundo grado y los movimientos de trabajadores, tendrán la responsabilidad de volver a pulir el diamante saqueado y demostrar que no siempre lo que se cree perdido, efectivamente lo está.


 

 

 

 

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