jueves 02 de mayo de 2024

DEPORTES | 13 jun 2021

Fútbol

Murió Aldo Ramón González

El mendocino afincado en Junín tuvo pasos por Newbery y Sarmiento. Con el Verde logró dos ascensos: 1977 y 1980.


Se fue Aldo. Murió el Negro. Falleció Aldo Ramón González y el fútbol está de luto. El mendocino fue uno de los protagonistas de los dos logros históricos más importantes de Sarmiento: los ascensos de 1977 y el del 80.

Nacido en Palmira, Mendoza, González llegó a Junín de la mano del fútbol y comenzó en Jorge Newbery, en 1976. Pero su virtuosismo despertó de jovencito en su Mendoza natal y  a los 16 años ya disfrutaba de la pelota en la primera del club Palmira y poco después,  a los 18, en Independiente Rivadavia de Mendoza.

Luego de un desgarro y un tiempo prolongado sin jugar, González dejó su provincia natal para venir a Junín con la idea era jugar 3 meses y volver, pero el fútbol, el amor y la nueva familia, lo afincaron definitivamente en la ciudad.

 


 

Aldo Ramón González integró el recordado equipo de 1977 conducido por Héctor Silva, que reunió a  grandes futbolistas como 'el Patón' Atondo, 'Fito' Pezzati, 'El Gallo' Melillo y Luciano Polo entre otros, que obtuvo el primer título profesional para el club y el ascenso a la B.  El del 77 fue uno de los equipos más completos, fantásticos, armoniosos, increíbles y mejor dotado que tuvo Sarmiento en toda su historia.

 

Aldo también formó parte del mítico equipo del 80, el que hizo un campañón y se consagró con el recordado ascenso a la A. Junto a Hernandorena, Glaría, Peremateu, Romero, Polo, Lorant, Espósito, 'el Lobo' Fischer, el Toti Iglesias, entre otras figuras. Todos excelentes jugadores.

 


 

 

Luego del campeonato del 77, González regresó a Jorge Newbery de Junín, emigró a Loma Negra,  y en el 80 regresó a Sarmiento, para formar parte de un equipo de dejaría otro recuerdo imborrable para el pueblo verdolaga: el ascenso a la A.

Tras la consagración con el Verde González pasó por Los Andes, El Porvenir, Tigre, hasta 1985 cuando regresó a Jorge Newbery y un año después, en 1986 luego de jugar en Sports de Pergamino, se retiró de la práctica profesional.

Sobre su amor por el fútbol, una frase lo pinta entero. "Comíamos rápido, porque nos íbamos al campito a jugar; éramos como 40 y todos jugaban bien, y por eso había que llegar temprano porque sino te quedabas afuera y nadie quería perderse esas cuatro o cinco horas jugando a la pelota".

Aldo Ramón González tuvo no solo despliegue físico en la cancha. Desparramó potencia, jerarquía, inteligencia, goles y calidad. Fue uno de los responsables que el estadio Eva Perón reventara de público cada sábado,y  que miles de hinchas verdolagas viajaran de toda la zona, a ver esos recordados equipos que realizaron verdaderos campañones, que terminaron en ascensos.

Conviene recordar en este tiempo, y cada vez más resignado a los pelotazos, a las fricciones, a los atletas con cinco pulmones, que Aldo jugó y brilló en una época donde el fútbol derrochaba talento, sorpresa, picardía y gol. Casi sin pizarrones ni el mercantilismo del negocio de por medio, sacudido por la escuela, y el máster que otorgaba el campito de algún barrio.

Gracias por sus goles, por cada alegría. Chau campeón, descanse en paz, Aldo.

 




 

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias