viernes 26 de abril de 2024

OPINIÓN | 19 jun 2021

UNNOBA

SARS-CoV-2: ¿está en el aire?

Por Ligia Nicolai (*)


Ante la llegada del invierno y las bajas temperaturas comienza a ser difícil aplicar las recomendaciones de expertos respecto de realizar la mayor cantidad de actividades posibles al aire libre para disminuir el riesgo de contagio de coronavirus.

Los especialistas, entonces, plantean como alternativa una correcta ventilación de los espacios cerrados, en relación con los datos científicos acerca de que unas de las principales vías de transmisión del coronavirus son los denominados “aerosoles”.

Pero, ¿qué son los aerosoles y dónde se encuentran? ¿Está la COVID 19 en el aire? Leonardo Errico, doctor en Física, investigador del CONICET y docente de la UNNOBA, explicó que los aerosoles son pequeñas partículas que se emiten, por ejemplo, al exhalar y respirar y que existen diferentes “fuentes” de aerosoles. “Los aerosoles tienen el tamaño una décima parte del diámetro del cabello, son extremadamente pequeños y pueden permanecer por períodos largos en suspensión en el aire, a diferencia de otras partículas o gotas de los estornudos, que por su tamaño y peso caen más rápido a la superficie”, describió Errico.

El investigador se refirió a un “viejo consejo de las abuelas” para detallar de qué manera hacer una ventilación eficaz: “Si bien hay una multiplicidad de factores que influyen en la transmisión del coronavirus, lo cierto es que la ventilación tiene que ser constante y, en lo posible, cruzada. Por ejemplo, en un aula no sirve, para que circulen los aerosoles, tener las ventanas abiertas si del lado opuesto la puerta está cerrada”.

“Es indispensable que se renueve el aire y circule, de forma de eliminar los aerosoles, potenciales transmisores de la COVID-19, en caso de que hubiera una o más personas infectadas”, subrayó Errico, quien se desempeña como docente de Física en las carreras de Informática e Ingeniería de la UNNOBA.

Hay diferentes tipos de espacios cerrados como las aulas, el transporte público en todas sus variantes, los comercios, los espacios gastronómicos, los hospitales y muchos más donde hay evidencia científica de que el contagio puede darse incluso respetando la distancia de dos metros. ¿Qué significa esto? Si bien durante mucho tiempo, incluso, la OMS negaba la transmisión del coronavirus por el aire, hoy la evidencia advierte que el SARS-CoV-2 permanece en el aire y es transmisible entre las personas.

Errico sostuvo que siempre hay riesgo de contagio, tanto en lugares cerrados como en espacios abiertos (en menor medida), pero no obstante se puede minimizar: “Si no es posible estar al aire libre, una correcta ventilación puede ser efectiva. Entonces, ¿cómo debemos ventilar? La manera correcta es cruzada, continua, distribuida y medida”.

“Es posible que en muchos espacios no pueda ser medida, por eso es esencial que sea continua y cruzada. De esa manera nos aseguramos un recambio del aire para que no se incremente la concentración de aerosoles en el ambiente”, ejemplificó el docente.

Estas recomendaciones, aseguró el especialista, surgen luego de realizar estudios a través de modelos matemáticos donde se evalúan distintas variantes. Si bien los resultados arrojados por los estudios difieren respecto de qué espacio estemos evaluando, de la cantidad de gente y de la actividad que estén haciendo las personas, se coincide en la importancia de estas normas de ventilación para todos los espacios. Entonces, la ventilación es cruzada al abrir las aberturas en lados opuestos; continua, al renovarse el aire constantemente; y distribuida, a partir del recambio de aire para que no se aloje en algunos espacios específicos.

Errico aclaró que estas recomendaciones acerca de la ventilación deben sumarse y no reemplazarse a las que ya conocemos, como el lavado de manos, la distancia entre las personas y el uso correcto del barbijo.

 

(*) Artículo publicado en el portal de la UNNOBA.

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