Por: Redacción Semanario

Hace poco más de un año, en Junín le quemaban la camioneta a un comerciante que dio positivo de Covid luego de ir a buscar verduras al mercado central de Buenos Aires y poco después, el municipio advertía que denunciarían ante el fiscal Federal, a quienes viajaran y no cumplieran 14 días de aislamiento riguroso, además de perseguir con la policía a quienes hacían caso omiso de las medidas de aislamiento. Llamativamente, esos mismos funcionarios hoy exhiben la “flexibilización” como un logro, mostrando una bipolaridad de criterios sólo explicada en función de las próximas elecciones y las dificultades propias para armar alianzas.

Y en medio de ese intríngulis mental del intendente y sus funcionarios, la gestión sanitaria es inequívocamente pobre y Pablo Petrecca termina caminando por la cornisa con los vecinos de la mano.

Por ese motivo en medio de esta tregua de contagios, a la que Junín llega tardíamente, pero por fin llega; es imprescindible dejar de utilizar interesadamente la pandemia para obtener réditos político-partidarios y recomponer la relación con la ciencia y la salud y dejar que la religión prodigue el descanso eterno a las más de 400 víctimas que se llevó esta peligrosa enfermedad.

Por eso es necesario que vuelva a consultarse a la mesa de sanitaria, acerca de cuáles son los pasos a seguir para sostener esta baja de contagios y dejar de creer que la infodemia puede generarles algún voto más.

Como dice la Unicef: “El brote también ha dejado a muchas personas preocupadas, aisladas, solas y nerviosas. Más que nunca, todos necesitamos crear conciencia, solidarizarnos, apoyarnos y ser amables”.

O como afirma la vicerrectora de la UNNOBA, DanyaTavela: “Las instituciones debemos asociarnos y alinearnos al conocimiento científico. Tenemos que llevar adelante aquellas acciones que, en términos de la educación y de generación de conocimiento, nos permitan, por un lado, crecer en el conocimiento del virus y, por otro lado, darle certidumbre a las personas respecto de cuáles son los mejores mecanismos y qué medidas son realmente eficaces para poder evitar la enfermedad”.

En esta línea, la generación de conocimiento y de información cierta debe apoyarse en que todos los datos otorgados tengan anclajes científicos y no estar basados en encuestas eleccionarias.

Tener la “universidad en casa” es el verdadero privilegio: “Allí es donde cobra importancia el rol educativo, en la concientización y sensibilización para generar conductas. De alguna manera, enfrentarnos a la COVID-19 y vencerla es una cuestión de educación”, afirma la vicerrectora.