Alexia empezó a ver cómo se le llueve el rancho. O como las goteras le inundan el catre. Pese a que abunda en frases grandilocuentes y sigue adornando a sus retratadores amigos para que muestren lo que sus acres mandan, quedó visto que su máscara no aguanta más.

Es que es imposible tapar el sol con las manos en un reino donde abundan la desidia, el desinterés y la apatía. Sin una mísera obra y ni una idea, los días de Alexia pasan por su interés en lo que viene. Y lo que viene no son proyectos ni asistencia a los caídos. No. Lo que viene para el rey del disimulo es ver cómo hará para caer parado una vez más. Cómo quedará su tropa y la parentela en las próximas elecciones, porque eso, eso sí que para él, es importante.

Nunca le importó el dolor de los demás. A tal punto llegó que ni siquiera tuvo la nobleza de pedir perdón ante tanto sufrimiento, por el virus de la corona, y no hizo otra cosa que mostrar la peor de sus miserias. De sonrisa fácil y corazón duro, este  rey no sólo no se preocupa por su gente, sino que tampoco le importa que afuera del Palacio, el sufrimiento abunde.  

De ahí que los de la afueras no puedan verlo ni en las figuritas, y es entendible. No obstante el sentimiento es recíproco, porque Alexia jamás los vio a ellos. Ni antes, ni ahora. Nunca se preocupó por los de las afueras ni por los males que generó. ¿Por qué habrían de creerle ahora, justo ahora?  

Y como a cada santo le llega su San Martín, como un muestrario de realidad, el reino central le corta cintas de inauguraciones en su propia cara, y Alexia revienta de ira y no sabe de qué disfrazar a sus candidatos para lo que viene. Los pinta, los maquilla, pero nada. Es que no quedó nada del tiempo pasado, ni de Amarillo I o Mariú, menos de los acres que tapaban el circo y por más que lo intente, no hay modo de tapar tanta ausencia y desatino.

Eso sí, Alexia es como el zorro, pierde el pelo, pero no las mañas. En el 110° aniversario de una de las comarcas del reino, dijo: “Hoy en otro contexto estaríamos haciendo una fiesta para celebrar un nuevo aniversario, pero la pandemia lamentablemente lo ha impedido. Hay que recordar que la Fiesta del Fortín surgió por la misma impronta de los vecinos del pueblo para contar con un festejo propio”.

Es cierto, antes todo era un festejo. Si bien no se  tiraba manteca al techo, los posadeños cantaban y bailaban, pero desde que los amarillos arrasaron con todo, la noche les cayó encima y ni la sonrisa les quedó. Amarillo I, Mariú, Alexia y compañía ilusionaron con la Revolución de la Alegría, un invento que prometió cambiar la vida y solo fue un engaño monumental. La Alegría quedó en poder de  unos poquitos elegidos mientras a  la inmensa mayoría, los taparon los dolores. Por eso,  aunque la quieran disfrazar otra vez con espejitos de colores Alexia sabe que ya no hay promesa que valga y de ahí que anda con la cola entre las patas.  Pasa que hay que volver a elegir, y por más careta que se ponga, ya todos conocen su agachada.

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PetrEgo

PetrEgo infló el pecho, engoló la voz  y celebró la vuelta a la presencialidad de las clases: “Siempre dijimos que la educación debe estar por encima de cualquier sistema de fases” dijo  tras recorrer las instalaciones, y pavonearse por el olor a perfume en la escuela 24.

En un pasillo, desafiando al viento PetrEgo afirmó: “Es una gran alegría poder ver a los chicos donde deben estar: en las aulas, con sus maestros y sus compañeros. Después de tres meses, los niños vinieron con muchas ganas de reencontrarse con su ámbito escolar y eso realmente es una satisfacción. Sabemos que la educación es la herramienta más transformadora de la sociedad, así que celebramos esta decisión de la Provincia. Quizás un poco tarde, pero llegó".

Se fue, y al otro día, en otra escuela se cayó un techo. Suerte que pasó un día sábado, en ausencia de los alumnos.   “Estamos haciendo de manera conjunta con el Consejo Escolar un gran trabajo  con Infraestructura de Provincia, con un aporte de 70 millones de pesos del Municipio para hacer obras en diferentes establecimientos educativos del Partido” había dicho un par de horas antes, cuando se sacó la foto mostrando su Ciudad Fría, cálida según él.

Compromiso, responsabilidad y desmanejo de dinero quedaron a la vista, o en el suelo. Porque 23 palitos quedaron sin utilizar de los 87 millones que recibió del Fondo Educativo. Sabrá su Dios adonde fueron a parar. Nadie dijo nada, ni PetrEgo, ni gran Cuñado Fiori ni ningún funcionario en campaña. No pasó, se esfumó, desapareció.  

Bueno, del mismo modo que desapareció ese dinero, y nadie dio una explicación,  también  se esfumaron las obras, las ideas, y los proyectos. Y nadie dijo ni dice nada. Está claro, no hace falta. Quedó a la vista el decorado, vencido y despintado, que alguna vez hicieron pasar como amarillo brillante y era trucho, tan trucho que se cayó por su propio peso.

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Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

*) Explicar para qué habíamos creado el cargo de  ‘Coordinador de Administración y Coordinación de Relaciones con la Comunidad’. Ah, cierto, para acomodar gente.

*) Anunciar la rebaja de tasas. Promover el empleo, aumentar salarios a municipales, y construir nuevos barrios. Ya iremos con eso…es que hay elecciones, jijiji.

*) Salir a timbrear y mostrar la mejor cara, ponernos en modo bueno, y asegurar que todo será una maravilla.

*) No olvidar que los malos son los otros, y por culpa de ellos, ustedes están como están. Si Mauri hubiera seguido como Presidente….ah..¿Qué no mide? ¿No hay que nombrarlo? Bueno, ejem. ¡No olviden que los malos son los otros!

*) Ver qué onda Gran Cuña. Y hermano Walter. Cero empatía, cero laburo, cero ideas, pero no puedo dejar a la familia sin… laburo. No acomodo no, queda feo, borrá eso.

*) Utilizar el dinero de los contribuyentes para mejorarles la vida a…los contribuyentes.