

Marcos Maroscia fue elegido presidente de la Sociedad de Comercio, Industria y Servicios en febrero de este año, tras una postergación por la pandemia desde septiembre 2020. En poco tiempo junto a un equipo de trabajo proactivo lograron reposicionar a la entidad que venía anquilosada con dirigentes atornillados a los sillones y rodeados de un entorno selectivo.
La nueva comisión directiva está más que conforme con los logros que quedarán evidenciados en la asamblea del 8 de octubre. De hecho, el balance de la primera etapa dio “muy positivo” porque “se bajaron mucho los costos y se lograron ingresos genuinos”.
Ahora implementarán un “plan de rastrillaje” para visitar comercio por comercio, algo inédito en la institución, con el fin de explicar boca a boca cuál es la función de la SCIJ y cuáles los beneficios de acercarse a la misma en función de los servicios que brinda.
La asamblea de septiembre 2020 se postergó hasta febrero por el Covid 19, oportunidad en que asumió la lista de Maroscia y en ocho meses –con pandemia en el medio- aducen los propios asociados que se ha logrado más que en varios años.
“Estamos muy contentos”, aseguran desde la directiva, porque han logrado “presencia institucional” en la comunidad a partir de que han repartido tareas en el marco de “políticas y acciones”.
De este modo, generaron vinculaciones con la Sociedad Rural de Junín por lo que la SCIJ participará de la organización de la expo comercial de noviembre en el predio chacarero.
La idea es fortalecer las relaciones que estaban y generar nuevas. Hay un interés por dejar asentada la tarea para la dirigencia que llegue luego.
“Dejamos absolutamente de lado la política partidaria y hemos logrado muy buena relación con el municipio, la UNNOBA, el Sindicato de Empleados de Comercio y varios más. Es un ida y vuelta.”
Está clara la idea de que la entidad no puede ser utilizada para “trampolín político de nadie”. “Sólo hay que trabajar para los sectores del comercio, la industria y los servicios”, puntualizan.
Respecto a la integración de la industria la cual estaba alejada de la institución, se hicieron fuertes lazos en el parque industrial y hay industriales que se sumaron a las filas de la SCIJ.
En ese marco, la idea es llevar adelante una s para capacitar a los potenciales trabajadores en aquellas actividades que tienen demanda insatisfecha en la ciudad como el caso de soldadores, que una empresa del parque industrial requirió y de 104 currículums que llegaron sólo dos personas tenían ese oficio. Otro ejemplo son los cortadores de vidrio, que también están siendo requeridos y escasean.
Desde la SCIJ sostienen que “de los objetivos que teníamos, pudimos cumplirlos todos”, incluso como “frutilla del postre”, comenzaron con la restauración y pintura de la fachada de la institución de calle 25 de mayo, como para mostrar que los cambios de “adentro” también se pueden observar “afuera”.
Una tarea que seguirá con la reestructuración y “aggiornamiento” de la escuela de dirigentes, nuevos vínculos a nivel regional y demás actividades que han logrado en poco tiempo rejerarquizar una entidad de gran potencial y necesidad comunitaria.