

La comisión directiva de la Asociación de Arquitectos de Junín, emitió un documento donde explica su ponencia frente a la audiencia pública convocada por el municipio, cuando el gobierno nacional ya estaba prácticamente por comenzar la obra del paso bajo a nivel de Avenida Rivadavia y las vías del ferrocarril San Martín.
En el comunicado, los profesionales reflejaron “el pensamiento y espíritu de una institución que siempre ha tenido como característica distintiva el compromiso con el desarrollo urbano local, lejos de las disputas políticas o de los intereses particulares, y siempre priorizando el beneficio general de la ciudad y sus habitantes” y afirmaron que “decidimos participar de esta Audiencia Pública porque consideramos que es indispensable sentar opinión sobre la problemática que nos convoca hoy, con la firme convicción de que la mejor manera de proyectar el desarrollo de una ciudad es con la participación ciudadana”.
Sin embargo, consideraron que si bien “la Audiencia Pública es el instrumento legítimo para garantizar la base de consenso”, la convocatoria debía estar “basada en el convencimiento por parte de las autoridades que este debe ser el camino para un crecimiento sostenible de la ciudad, y no para cumplir con un requisito ineludible del proceso licitatorio”.
La comisión directiva consideró “llamativo que sea en este ámbito de la Audiencia Pública el momento para dar a conocer el proyecto, porque hasta la fecha sólo se ha podido acceder a información a través de medios periodísticos”.
Asimismo entienden que “si bien el proyecto y sus fondos provienen de Nación, consideramos ineludible la responsabilidad del municipio de generar el marco propicio para que la ciudadanía, representada a través de las instituciones adecuadas, pueda dar los pasos precisos para que una intervención urbana de semejante magnitud se concrete sin tener impacto negativo para la ciudad”.
En ese sentido reclamaron: “No repitamos experiencias anteriores en nuestra ciudad, que se realizaron sin procesos abiertos ni participativos, las cuales fueron alertadas oportunamente por nuestra Asociación de Arquitectos y con altas consecuencias sobre el funcionamiento de Junín como ciudad y en la región. Tengamos presente que una mala intervención urbana es una huella indeleble que marca negativamente el territorio y cambia sustancialmente la historia de una ciudad”.
Consideraron “como un acto responsable, por parte de nuestra institución, no expresar en esta audiencia nuestras consideraciones sobre la propuesta que hoy se discute”, ya que “nos resulta imposible establecer criterios sin conocer el proyecto, y sobre todo sin tener los datos necesarios que relevaron como diagnóstico que justifique y dé forma a esta obra, más allá de la histórica necesidad de vincular los sectores norte y sur de la ciudad”.
Expresaron además que “es importante estudiar todas las variables. No sólo una mala intervención puede impactar negativamente en la ciudad; una obra mal ejecutada o sin mantenimiento también es perjudicial, y en el peor de los casos una obra iniciada que se paralice o no se termine, como tantos ejemplos en nuestro país de misma índole, podría tener pésimas consecuencias”.
Finalmente, destacaron que el documento “tiene como objetivo fijar la posición de la Asociación de Arquitectos de Junín ante un tema que requiere la mayor responsabilidad de todas las partes involucradas, pero sobre todo para volver a poner el compromiso de esta institución a disposición de la comunidad, que merece una ciudad abierta, democrática e igualitaria”.