martes 16 de abril de 2024

OPINIÓN | 13 oct 2021

Espacio de opinión

"Se debe abonar"

 Escribe: Bernardo Gnazzo (*)


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Bajo su manto de espiritualidad y evangelización, se esconden hoy ritos de verticalidad y conservadurismo.

Su equipo directivo propende con honor y completa disponibilidad logística actos de caridad, la llamada "campaña de los 1000 pan dulces" que con tan orgullo flamea en sus banderas y las anuales colectas. Sin embargo, tiempo y logística -posibilidades- para el progresismo es una combinación que en la dirección no tiene lugar.

Porque es difícil y complejo llevar a cientos de adolescentes a la calle, a que pasen frío en busca de la humillante "caridad", pero educar sexualmentente, y saludablemente tanto física como mentalmente, es aún más. Es aún más porque les es peligroso para ellos mismos, para su negocio del cual son cómplices. Quieren adolescentes alineados que no cuestionen, con espíritu de rutina y sumisión.

El negocio, visible en las "cartitas" que me llegaban cuando mis padres se atrasaban en el pago de la cuota, sobres, que inocentemente recordaban mi deuda, perdía valor de alumno y me convertía en un cliente con un servicio. No olvidar tampoco, la pérdida de orgullo y vergüenza que para nada discreta aquella blanca carta traía consigo.

Sus tantas normas banales y discriminatorias, retrógadas, como el cuestionamiento de llevar el pelo largo, o no poder atárselo siendo varón, el tan vigilado uso y cumplimiento correcto del uniforme y su absurdo sistema de faltas. Actos a los que presta mayor atención que la propia integridad del alumnade.

Recuerdo, tal vez en mi tercer año de secundaria, la organización de una sentada en protesta por el silencio no inocente de las autoridades directivas escolares ante la efectivización de la ley ESI (Hecho que hasta mis conocimientos no cambió). El acto fue observado como un agravio, una semilla de rebelión y rápidamente vuelto a invisibilizar. Peor aún, se promovía un ambiente en el que estaba bien, decir y pensar, que aquello era una estupidez.

La intromisión de la clase dominante en la educación, de sus intereses, no es algo que acabo de descubrir, sin embargo, es algo de lo que nada se habla.

¿Se requiere que diga más?

Como olvidar la clase de "ESI" que recibí por un "profesor" de catequesis, caracterizarla de "lavado de mente" es poco y no alcanza a describir las barbaridades que ese día escuché.

Tengo en mi memoria, las palabras por las que justifican mis padres, -es una escuela prestigiosa-, -acá te enseñan-, -no como las que están siempre en paro-, -sale caro porque es buena-. Mismas ideas de las que se alimenta y promueve este tipo de instituciones.

Colegio La Santa Unión De Los Sagrados Corazones de Jesús y María, y cualquier otra institución semejante, mantendrás esa fachada limpia y elegante, pero tu dogma está manchado en los más podridos de los reductos del clero y de la iglesia.

Tu uniforme no crea equidad e inclusión entre les estudiantes, si no, desigualdad y diferenciación.

Observo y critico al accionar e ideología equipo directivo y del arzobispado, y no al docente (con excepciones, como las mencionadas) o no docente, de los quienes me llevo buenas memorias.

 

(*) Exalumno del Colegio La Santa Unión.

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