

Nueve policías bonaerenses fueron detenidos este sábado tras la muerte de un hombre en la Comisaría 3° de San Clemente del Tuyú, en medio de la conmoción tras el crimen de Lucas González a manos de la Policía de la Ciudad. Se trata de una persona que habría sido arrestada por provocar destrozos en un hotel. Los agentes detenidos participaron de todo el procedimiento entre la detención, el traslado y la entrada a calabozo, según confirmaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Provincia.
Según explicaron voceros judiciales, tras su traslado a la Comisaría Tercera de San Clemente del Tuyú, el hombre murió a las pocas horas. Las primeras versiones, que intentaron instalar los agentes policiales, estuvieron vinculadas a un presunto deceso por causas naturales vinculadas a un consumo de drogas. Sin embargo, la prueba de autopsia realizada reveló que el hombre había fallecido como consecuencia de una "asfixia por sofocación" y que sufrió numerosos golpes en distintas partes del cuerpo.
A raíz de las pruebas recolectadas, el fiscal Pablo Gamaleri dispuso la aprehensión de nueve policías bonaerenses con distintos grados de participación en el crimen de Martínez y once allanamientos, que se concretaron el sábado por parte de agentes de la Policía Federal.
Al menos tres de los policías deberán responder como autores materiales del homicidio, mientras que los restantes en calidad de encubridores. El fiscal indagará a los policías y podría imputarlos por “homicidio agravado por ser cometido por un miembro integrante de la fuerza policial abusando de su función”.
El crimen se produce en medio de una escalada de los discursos de intolerancia y del aumento de las prácticas represivas por parte de agentes de la fuerzas de seguridad en distintas jurisdicciones del país, cuyo antecedente más inmediato es el fusilamiento del adolescente Lucas González, a manos de agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
En la provincia de Buenos Aires, la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) tenía relevadas, a comienzos del 2021, cerca de 250 muertes por violencia institucional durante las gestiones de los ministros Sergio Berni y Julio Alak (hechos de gatillo fácil o dentro de cárceles y penales bonaerenses). El nuevo caso registrado este sábado, tuvo como víctima a Alejandro Martínez (35). El hombre había sido arrestado el último jueves, por provocar daños en un hotel del partido de La Costa.