Esta semana, fue publicada la resolución, con la firma de Nicolás Kreplak, advirtiendo que el personal de salud que sea considerado un contacto estrecho estará exceptuado de aislarse en el caso de que no presente síntomas y tenga el esquema de vacunación completo.

En una entrevista con SEMANARIO el secretario general de ATSA Junín, Héctor Azil consideró sin embargo que “el no aislamiento de los contactos estrechos que obviamente no manifiesten síntomas es, sobre todo en el sector de la salud una medida un poco riesgosa porque más allá de las condiciones de estar vacunados con dos o tres dosis –que por suerte en la mayoría del personal de la sanidad ya es así- no significa que no puedan contraer el virus y a su vez propagarlo, con lo cual hay que ver que es lo que ocurre más adelante”.

Sin embargo, consideró que “el mundo va en ese camino y no porque el virus se haya debilitado, sino que el efecto de la vacuna hace que sea mucho menos grave, de hecho en la Argentina estamos viendo que de 100 mil casos diarios hay como mucho 50 muertes, cuando antes con 30 o 40 mil casos hemos llegado a tener más de mil fallecidos”.

Igualmente reiteró que “eso no significa que la pandemia haya terminado y que dejemos de tener los cuidados preventivos. Hay que bregar mucho por volver al uso del barbijo, que por suerte se está empezando a ver de nuevo en la gente. Sobre todo en espacios públicos como la calle”.

También desalentó reuniones masivas y opinó que “fue acertada la decisión que tomó hace pocos días la municipalidad de no hacer este festival de tres días en la laguna, que en verdad hubiera sido una ‘bomba de contagios’. Los números que tenemos actualmente a nivel local asustan y ni hablar si se seguían promoviendo ese tipo de actividades”.

-¿Cómo están viviendo desde el sector gremial de la sanidad esta nueva ola de contagios en Junín?

-Así como pasa en el resto del país hay gran cantidad de casos, pero eso no se refleja en las internaciones lo cual es bueno. Pero claro que por contagios se ve un ausentismo importante en nuestro sector laboral. Entonces es una preocupación en el sentido en que si sigue habiendo tanta cantidad de contagios en algún momento no va a haber tanta capacidad para atender sólo a pacientes con Covid. Están las patologías normales que existen y si falta personal, no podrán ser atendidas.

-Precisamente, esas otras patologías o cirugías programadas no se restringieron en esta oportunidad tal como ocurrió al inicio de la pandemia.

-No, de ninguna manera y está bien que así sea. En un momento la urgencia era el Covid y había que reservar camas y se hizo un ordenamiento de prioridades, pero aquellas cosas que no fueron prioritarias en otro momento hoy son indispensables, como el caso de los controles de la salud. Por otra parte, y lo estamos viendo, la vuelta de la circulación aumentó mucho la accidentología y eso también es demandante permanente de camas. Había bajado mucho y ahora volvió a “normalizarse” a niveles de prepandemia.

-Vos fuiste uno de los dirigentes que más advertencias hizo acerca de las medidas que había que tomar a nivel local para cuidar a la población, cuando desde otros sectores pregonaban mayor laxitud. Desde SEMANARIO observamos que hasta el mes de septiembre 2021 oportunidad en que se hizo un poco más masiva la vacuna en mayores de edad, Junín había tenido casi 450 muertes y desde aquel momento a ahora en casi cuatro meses hubo que lamentar menos de una decena de víctimas fatales. Por eso de haber primado el razonamiento productivo antes que el sanitario, el dolor sería mucho más grave. ¿Creés que fue así?

-Obviamente es contrafáctico. Pero podemos mirar alrededor, incluso no hay estadísticas muy claras como en Brasil donde aún sin números reales asusta la cantidad de muertes por habitante. En Argentina por efectos de la vacunación –tan criticada- ocurrieron dos cosas, por un lado se retrasó la tercera ola, cuando el mundo va por la cuarta. Acá recién ahora por ese motivo se juntaron las variantes Delta y Ómicron. Se logró ralentizar por tres meses la situación en el país. Son cosas que hizo un gobierno que también cometió muchos errores porque había que improvisar mucho, pero nunca perdió el foco de priorizar la salud. Y también atendió por otro lado la parte económica, pero era imposible atajar todo lo que trae aparejado la pandemia, con las dificultades que ocurren en todo el mundo. Por eso es contrafáctico pensar qué hubiera pasado con un gobierno que ni siquiera le daba jerarquía al Ministerio de Salud o con una gobernadora como (María Eugenia) Vidal que decía que mientras ella gobernara no iba a abrir ningún hospital y lo decía como si fuera un mérito. Esas cosas realmente asustan porque en otro momento un político que tenía ideas como esas o como decir “voy a sacar la indemnización” como lo hicieron en la campaña anterior era peligroso. Por eso lo pensaban pero no lo decían, ahora lo dicen y aun así sacan votos. La verdad que da miedo, pero hay que respetar a la sociedad que vota, sin dejar de notar que a veces se vota en contra de los propios intereses y peor aún a veces en contra de su propia vida y su salud. Es la nueva forma de hacer política en tiempos de las “falsas noticias” y los poderes que exceden a los partidos e incluso al propio presidente. No pasa sólo en Argentina, en Latinoamérica estamos atravesados también por esta situación, donde sectores poderosos influenciados por la Embajada de Estados Unidos y los medios masivos acceden al poder para cumplir determinadas funciones predeterminadas.

GESTAPO ANTISINDICAL

-Justo recordaste a la ex gobernadora Vidal. ¿Cuál es tu análisis, como representante de trabajadores, respecto a esta denuncia de espionaje antisindical que la involucra a ella y al aparataje del PRO?

-Puede haber una parte de la sociedad a la que le haya sorprendido porque les creía a (Mauricio) Macri y a Vidal, pero siempre fueron así. Macri espiaba desde que era empresario. Espió a su familia, a sus hermanos, espiaba a otras empresas. Después cuando llegó al gobierno lo hizo con los opositores e incluso con los propios. Le puso una mucama a (Diego) Santilli para espiarlo siendo de su propia tropa. ¿Qué se puede esperar del resto? Obviamente que esto del espionaje se junta con la ‘mesa judicial’ para crear causas, condenar y encarcelar opositores y a todo aquel que les molestara. Pero esto es mucho más grave porque Vidal después de decir que estaba con anginas y no podía hablar, sale fotografiada en la tapa de una revista con su pareja en Cariló. Realmente Vidal no puede explicar lo que pasó porque su responsabilidad es clara. Y peor aún es que quedaron registrados por las cámaras de ellos mismos ya que eran de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que estaba en ese momento bajo control del gobierno de Cambiemos. Si no fuera tan dramático sería cómico y no podríamos dejar de reírnos, pero es un hecho de gravedad institucional.

Macri ya les dijo que “el que saca los pies del plato desaparece” y esto tiene que ver con eso. Tiene registros de todos y de sus propios socios, por eso que lo resuelvan entre ellos. Pero a mí me gustaría que la Justicia tome cartas en esto, porque no es la defensa del “Pata” Medina, (Marcelo) Balcedo o el “Caballo” Suárez que hicieron mucho para estar en la situación que hoy están.  Pero eso no justifica que desde el Estado se pongan a crear causas judiciales. Es muy peligroso el camino que emprendieron desde Cambiemos, el de la Gestapo, un Estado omnipresente que todo lo puede, incluso cuando le molesta algo y despejan el camino de la manera que sea. Eso si que debe ser investigado muy profundamente y ser condenado. Son cosas que no deben pasar, vengan del partido que vengan, la AFI está para proteger los intereses del país y no de un sector político o personas individuales.