sábado 20 de abril de 2024

LOCALES | 23 ene 2022

¿ESPIONAJE REGIONAL?

¿Cuáles eran las raíces de la Gestapo judicial en Junín?

Las denuncias contra dirigentes locales ligados a Petrecca y Juntos, por haber participado en reuniones en la Casa Rosada, toman fuerza nuevamente frente a las investigaciones a nivel nacional. ¿Hubo un plan de espionaje en la región?


“Demasiadas coincidencias en el reino de la mesa judicial del macrismo y todas ellas conducen a un lugar común: la Casa Rosada, y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). A medida que se conocen más elementos queda claro que el encuentro de la 'Gestapo antisindical' donde se planificó el armado de causas contra dirigentes gremiales es sólo la punta del ovillo”, dice en su artículo de este domingo la periodista de Página 12, Irina Hauser.

La especialista en información judicial, plantea luego que “el cruce de datos de ingresos a la Casa Rosada, a la AFI y los movimientos de la mesa judicial, ofrecen una pintura categórica de la relevancia que el gobierno de Mauricio Macri le dio al armado de expedientes no sólo contra sindicalistas sino, políticos, jueces y cualquiera que se opusiera en algo a su línea. Muestra, a la vez, el uso de operaciones de inteligencia ilegal, siempre en sociedad con sectores judiciales y con los grandes medios”.

En ese marco es importante destacar la participación de dirigentes de nuestro medio y la región que también estuvieron en ese tipo de reuniones presididas por Susana Martinengo quien a mediados de 2020, empezó a ser investigada por el juez de Lomas de Zamora, Federico Villena.

El periodista Ricardo Ragendorfer, en un artículo de esta semana en el diario El Tiempo, destaca que “se había probado que Martinengo mantuvo en la Casa Rosada unas 12 reuniones con los espías Araque, Leandro Melo y Jorge Sáez, donde recibía papers de interés para el “uno”, tal como solía referirse al presidente”.

Fue precisamente en una de esas últimas reuniones en las que participaron los dirigentes locales ligados al intendente Pablo Petrecca, tales como el ex gremialista municipal Maximiliano Magistrello (hoy preso), su esposa Elba Masino, el abogado Federico Mastropierro (hijo de la jueza de Faltas Nora Serafino) y el ex titular de la OMIC municipal, Fernando Scanavino, quien acompañó en la lista de Juntos en las pasadas elecciones.

Según Ragendorfer, “recientemente, al abogado Carlos Beraldi –que patrocina en esta causa a Cristina Fernández de Kirchner en su condición de querellante– se le ocurrió revisar el registro de entradas del edificio en cuestión, constatando que, entre esa fecha y el 6 de marzo de 2019, unas 12 reuniones con otros agentes (Melo, Jorge Sáez, Maximiliano Magistello (sic), Federico (sic)Scanavino, Hugo Romagnoli, Federico Mastropierro, Noelia Belén y Elba Masino, junto con otras personas de dudosa calaña). En tales ocasiones, recibía informes de sumo interés para el “uno”, así como llamaban a Macri”.

Acota el periodista que “con posterioridad, en razón a nuevas pruebas obtenidas por Villena, se supo de otros encuentros con esos espías, tanto en bares y restaurantes como en su propio domicilio. De modo que, ahora, hay indicios que la ubican (a Martinengo) en un sitio más trascendente que el de una simple mensajera. Además de impartir directivas y sugerencias, es señalada como hacedora del seguimiento al ex funcionario kirchnerista del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta (detenido poco después), de quien era vecina en la localidad de Villa Ballester”.

“Hubo en el PRO quienes ni siquiera le atendían el teléfono y hasta el mismísimo Macri dejó trascender que no la conoce”.

Y finaliza Ragendorfer en su reciente artículo: “Un pésimo augurio para la pobre Susana: el 28 de junio, fue allanado su domicilio. Y, tres días después, fue llevada tras las rejas, junto a una veintena de implicados. Desde entonces, languidece en un calabozo”.

Cuál fue la “información” que ofrecieron los dirigentes locales y si ésta resultó parte del espionaje o simplemente se trató de un encuentro formal, deberá determinarlo la Justicia, si es que se avanza en el plano de los procedimientos o si la misma “mesa judicial” se auto fagocita dejando todo como una causa perdida.

Aunque sería bueno para la salud de la República, conocer cuáles fueron -y de quiénes- los intereses para que un grupo de allegados a Petrecca estuvieran en un lugar que hoy se ve tan cuestionado a nivel nacional y que recuerda las peores épocas de la dictadura.


 

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