La suba desenfrenada de los precios tiene preocupados a la mayoría de los intendentes de la Provincia de Buenos Aires, por eso planifican un pedido de «refuerzo presupuestario» hacia fin de año si la situación no mejora.

Dado que, según señalan, hacen malabares para encarar obras y la propia gestión, los jefes comunales -cualquiera sea su signo político- dicen que cada vez es más difícil llevar adelante la ejecución de emprendimientos porque la inflación “se come” los fondos del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), establecido en el Presupuesto 2022 en $ 12.000 millones, a repartir entre los 135 distritos. A esta compleja situación se le suma el retraso en el envío de dinero por parte del Ejecutivo a los distintos distritos, por lo que ya hicieron sentir sus protestas.

En ese sentido, tras el Foro de Intendentes del PRO llevada a cabo que en La Plata, el alcalde anfitrión, Julio Garro, reclamó por los atrasos y denunció que la Provincia no ha enviado un solo peso del fondo de este año.

“Hemos hecho un planteo hace algunas semanas, porque hay un atraso enorme en cuanto a los fondos para obras. Te pongo un ejemplo, el de Junín, donde no se realizó el desembolso del FIM de 2021. Imaginen lo que es para los juninenses que una calle de asfalto, que el año pasado valía equis cantidad de pesos, hoy vale un 70% más”, señaló, añadiendo que “con estos números, lo que en 2021 hubiesen hecho cien hoy hacen apenas 70”.

Sus pares radicales aseguran que la situación es como señaló Garro, explicando que, en algunas oportunidades, “hemos tenido que utilizar recursos nuestros (del municipio) para avanzar con las obras”.

Ante esta situación, apareció una de las propuestas, que podrían empezar a tener en cuenta con Axel Kicillof: hacia fin de año, si la inflación no se detiene, se implementaría un refuerzo del FIM. “Sería algo así como una nueva paritaria, como la revisión salarial que se hace con los trabajadores”.

Otras de las preocupaciones de los intendentes es la lentitud en la aprobación de proyectos, debido a la burocracia del sistema. “Tarda demasiado, porque los desembolsos son contra presentación de los certificados de obra. Adelantan el 30% y luego van desembolsando el resto, y eso hace que la inflación produzca desfasajes entre lo presupuestado y lo que termina costando. Y las empresas no te mantienen los precios, obviamente”, se quejó hace unos días un intendente radical.

A pesar de esto, reconocen que en los últimos días se puso en marcha un sistema simplificado, que aún tiene algunos aspectos a resolver, pero que traerá algo de alivio acortando los tiempos de respuesta por parte del Estado provincial.