

Alexia disfrutó una semana de relax, calma y solaz acompañado del paisaje bucólico de su reino, que lo invitó a dejar atrás el stress.
Es que el fulano no está para hacerse malasangre por las menudencias del reino y mucho menos por los pesares de los de las afueras. Él no llegó al sillón de Rivadavia para solucionarle la vida a nadie sino que fue uno de los espadachines del desaguisado de Amarillo I y ahora que quedó solo, se quedó desnudo y con sus vicios y por eso no para de descansar. No sea cosa que el despelote a su alrededor termine por desalinearle los chakras, que cuida con esmero.
Sí, el reino es un desbole pero el fulano se las ingenia para pasarla bomba, desparramando papel picado, con la cantinela y el versito de siempre y entreteniendo a quienes quieren mojarle la oreja. Cero obras, cero gestión, y cientos de anuncios de cotillón y retratos por doquier, le sirven para alimentar la fantasía de un cargo que ocupa pero no ejerce, aunque disfruta como loco. Viajes, encuentros con amigotes, reyes de otros lares lo mantienen de reuniones en reuniones, planificando lo que vendrá, y lo que vendrá es su futuro, no el de su gente.
Para los de las afueras tiene el latiguillo según la ocasión. Todo acompañado del circo de los retratadores amigos y los saltimbanquis del reino, que pululan a su alrededor abanicándolo y diciéndole que es el más lindo de todos los reyes.
Alexia no es ningún gil: personalista como pocos, desconfiado como ninguno y rápido como la mara de las pampas, hace años aprendió la lección para seguir caminando por el fuego sin que le aparezca una sola ampolla. Por ahí andan algunos de sus adversarios, criticándole y con razón, el desaguisado de su gestión pero está visto que eso solo no alcanza para moverlo de su eje, porque el fulano sigue como si nada y muy orondo, a nariz levantada.
La última de sus maldades (porque solo alguien con maldad puede hacer algo así) fue poner millones de acres en un banco amigo, en lugar de utilizarlo para tapar algunos de los males del reino. Acres que quedaron ahí, perdidos en vez de servir para mejorar la vida de algunos en el reino. Esta acción, que es una repetición de otras similares del pasado, pone en evidencia lo que le importa de verdad la vida ajena a este rey. Contador al fin, disfruta de estas cosas, olvidando para que corno fue que le pusieron la capa el día que asumió.
No solo es increíble que un fulano como Alexia haya llegado a rey, sino que es mucho peor que en tantos años de disfrute del reinado, ni siquiera se haya tomado un día para reflexionar para qué está en el sitio donde está.
Un sillón que le quedó enorme, un reino al que no atiende, y una insensibilidad inexplicable. Bueno, no tanto. Al fin y al cabo es un rey modelo amarillo. Es de esos a los que les pasaron cosas, y dejaron al resto bien en bolas. Sí, ellos son todos iguales. Les importa nada lo que pase a su alrededor, están para otras cosas. Lástima que ejercen el poder. Y eso sí que es imperdonable.
PetrEgo
Esta semana hubo novedades en varios municipios, con anuncios de obras muy importantes. Algunos festejaron la llegada de la pronta puesta en marcha de energía eólica, otros la actualización de plantas eléctricas que aumentarán la capacidad instalada para sus industrias. Hubo otros que inauguraron varias cuadras de pavimento y otras obras de infraestructura. Fue una semana auspiciosa para los que demostraron gestión y ganas de progresar, con trabajo que redunda en beneficios varios para su gente. Y fue más de lo mismo para otros, como el caso de PetrEgo.
En Ciudad Fría se repitió el mismo latiguillo de siempre: ‘pronto la cuarta planta de gas será una realidad’; nos preparamos para la Fiesta del Pejerrey, cambiamos las chapas del balcón de los enamorados y cosas de ese tenor dominaron la semana informativa del Sargento Reposera. Eso sí, no se privó de seguir criticando ‘la discriminación’ para seguir captando voluntades ingenuas.
Una semana más que pasó en el pago chico viendo como los que trabajan, gestionan y se arremangan progresan mientras que PetrEgo hizo lo que mejor le sale: poner la guita en un plazo fijo y que las obras las haga magoya. 500 palitos en el banco parece son mejores que una asistencia, una obra, o cubrir alguna necesidad según su visión de la cosa pública. Y a llorar a su iglesia.
No hace falta ver, oír y comparar para darse cuenta del abismo que existe entre aquellos que llegaron a la gestión para mejorarle la vida a su gente y los arribistas que se atornillaron a un sillón para pasar una linda vida mostrando los dientes para las fotos de los diarios amigos.
Te contamos todo lo QUE NO HICIMOS esta semana
*) Pintar las sendas peatonales. Ustedes sigan pisándolas, así les enchufamos las fotomultas.
*) Contar lo que nos dio el interés de los 500 palitos.
*) Dejar de repetir que la cuarta planta de gas será una realidad.
*) ¿Bicisenda? ¿Colectoras? ¿Pavimento? ¿Viviendas? ¿Industrias? ¿Qué es todo eso?
*) Boconear con que vamos a terminar la terminal. Pero la vamos a terminar, eh.
*) Prenderles velas a todos los santos para que nadie se dé cuenta que seguimos haciendo la plancha.