jueves 25 de abril de 2024

LOCALES | 4 dic 2022

EDITORIAL DE DOMINGO

En modo Macri, el escándalo petrequista

El abandono en Junín no es casual ni tampoco culpa de los gobiernos centrales, sino que forma parte del desmadre de un puñado de funcionarios que Petrecca no puede hacer funcionar.


Por: Redacción Semanario de Junín

Si algo ha tenido de fatídico el macrismo ha sido el espionaje  y los “carpetazos” emprendidos contra quienes han intentado cruzarse de vereda. No importó si eran de la propia tropa o foráneos, pero la intención siempre fue alinearlos para no poner en evidencia a quienes no hacían las cosas bien.

Esta modalidad, se vivió en Junín primero con causas armadas contra funcionarios meonistas o peronistas que recientemente fueron sobreseídos, pero también ahora adquieren particular virulencia, frente a la crisis que generó en el seno de la gestión la renuncia de Luis Chami.

Finalmente, el intendente Pablo Petrecca, se encontró con la basura que durante casi siete años estuvo barriendo debajo de la alfombra y el ejecutivo municipal es por estos días un polvorín a punto de implosionar.

Y mientras el alcalde suma familiares y amigos a la gestión, como si no le hubiera alcanzado con los desterrados pastores David Mingrino y Guillermo Alberti, el desgaste hace que se miren con desconfianza unos con otros y se eche a andar la usina de rumores y operaciones de prensa, con el fin de tapar acciones en un municipio poco transparente por donde se lo mire.

Una cosa es la gestión municipal en las redes sociales y en los medios amañados, un lugar de fantasía donde los filtros hacen parecer que todo es un paraíso y otra cosa es la realidad de quienes caminan el distrito y se encuentran a cada paso con una pobreza supina en materia de obras municipales básicas, que sólo alcanzan para engañar a una parte del electorado que recibe la comida ya masticada.

Ese abandono de Junín no es casual ni tampoco culpa de los gobiernos centrales, sino que forma parte del desmadre de un puñado de funcionarios que Petrecca no puede hacer funcionar por motivos de amiguismo y que terminan siendo protagonistas de una novela de traidores y vagonetas, que recién está mostrando la punta del iceberg.

El distrito requiere de un compromiso serio por parte de las entidades para tomar la responsabilidad dirigencial y marcar el rumbo que hasta ahora fue parte de un falso relato.

La tibieza de los reclamos tanto de la oposición como de las fuerzas vivas de la ciudad, muchas de ellas complacientes frente a la limosna, han hecho un flaco favor a este presente de obras inconclusas, servicios deficientes, cuentas que no cierran y una infraestructura sin mantenimiento que hará falta mucho tiempo para revertir.

Quien quiera oir que oiga, porque el Ejecutivo está en cualquiera.

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