Por: Redacción Semanario de Junín

Justo cuando empezaba a poner las patitas en el agua, y a olvidar los pesares del día, a Alexia le estalló el desbole menos pensado.

Según contaron algunos juglares de Palacio -que prefirieron mantener su anonimato por temor a que los rajen y pierdan los acres que sustentan su vida- parece que Alexia ya no tiene solamente un frente externo con los duques, archiduques y visitantes de ocasión e interés que llegan al reino. No, ahora tiene un conflicto peor, y es puertas adentro. Muy adentro, tan adentro que no es con su círculo rojo ni áulico ni bíblico, sino en su lecho conyugal.

Ya no importa si SirCham I tiene ganas o si primo Jorge va por todo… o si la Piba decide jugar fuerte. La cosa es que todos los planes de Alexia recibieron un impacto en su retrato de felicidad, ese que mostraba su entorno tan amado vestido de blanco, con sonrisa de publi de dentífrico. Bueno, parece que ahora a las risitas le aparecieron los colmillos afilados de María Victoria, que le avisó al monarca que así la cosa no va más.

¿Qué pasó? ¿No era todo felicidad? ¿Era verso? Bueno, la evidencia aparece ante los ojos de todos.Pasando en limpio la historia. Alexia hace rato busca caer parado y dejar ídem a la familia real. Ya dejó con la panza llena y el corazón contento a hermano Walexia, a hermana Laura y a gran Cuñado. Lo que nunca pensó es que quien le protestaría y de la peor forma, sería su propia compañera de vida, la dama de blanco que se cansó se ser la segunda y quiere ser primera.

Y como parece que Alexia no le habría dado la bola que ella quiso, le cortó los víveres. Por ahora, no pasa de una cuestión de alcoba pero amenaza con hacer estallar lo más preciado del fulano amarillo.  La guerra silenciosa de la primera dama ya movió sus primeras fichas para convencer al rey. Por lo pronto, lo echó del aposento real y no le permite acurrucarse en la misma cama. No es poca cosa, más bien todo lo contrario.

En el Palacio, esta historia es un secreto a voces y varios intentan consolar a Alexia diciendo que todo pronto pasará. Pero la verdad es que todo pasará siempre y cuando la Reina María Victoria logre su cometido. Si Alexia acomodó a toda la parentela ¿Por qué a ella que está desde la primera hora, la sigue ninguneando? La señora quiere algo jugoso, que le dé la independencia que no tiene y parece ambiciona con todo su bolsillo.

Es entendible, en un reino lleno de jerarcas plagados de ambiciones personales, que una la vea pasar mientras a su alrededor cuentan los acres en bolsas, bolsitas y cajitas, es para que estalle y pida toda la atención.

Es decir, para volver a compartir Palacio y aposento real, Alexia debe pedir algo más que perdón. Que es lo mismo que anunciar que su querida, subirá un escalón. Ahí volverán las sonrisas, el blanco y la felicidad. Mientras tanto, todo es oscuridad. Aunque si llega a ocurrir que la elección de Alexia recae en Gran Cuñado y no en la Señora, el reino se convertirá en un polvorín. Bueno, como está afuera del Palacio, pero esa partea Alexia y su séquito les importa nada, nada de nada.

PetrEgo

El chisme va de una oficina a la otra. Pasan los millones sin explicaciones, las obras siguen en espera y los planes se fueron al carajo.

Entre las culpas a Alberto, a Axel y a quien pinte otros colores, la ineptitud manifiesta hacia adentrotuvo su máxima expresión esta semana con el pedido de ideas para reformar el parque natural laguna de Gómez (Muchachos, ¡laburen!), PetrEgo siempre redobla la apuesta y se supera. Ahora metió sus problemas maritales en medio del reparto. A quien parece no le alcanza es a su jermu, que se hartó de verla pasar y quiere un lugar y no cualquiera.

Lo quiere a Hermano Walter afuera y a ella adentro, en ese lugar y no su hermano. Nada menos. Quiere el cargo, quiere la guita y quiere el poder. No quiere poco, lo quiere todo y por eso a PetrEgo se le pudrió lo que tenía pensado.

Parece que ni la Iglesia puede contener tanta ira y hasta habría separación en camino, porque no hubo arreglo.

Es simple, para las apariencias todo sigue igual, pero hace rato algo se rompió y pese a que se emparchó, es como cuando se raja una copa: se la pega, pero se le ve la rajadura.

Lo peor de todo es que es una mancha más al Tigre, que hace rato mancha todo lo que toca, y lo que toca es nada menos que Ciudad Fría, que sigue más fría que antes y como mucho antes,  en espera de una vida mejor.

Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

*) Hacer funcionar el municipio.

*) Tener funcionarios que funcionen.

*) Medir a María Victoria. A ver para qué podría estar. Ir inventando un carguito.

*) Seguir probando con Gran Cuñado. ¡Tenemos que instalarlo, así damos el salto!

*) Armar más consorcios. O sea, alguno que la ponga, así contamos que hacemos obras.

*) Rezar para que pase rápido la sequía, Alberto, Axel, María Victoria y la mar en coche. Así nos tomamos el palo de una buena vez y que alguno se haga cargo.