

Por: Ismael A. Canaparo
Liliana Herrero (nació en Villaguay, Entre Ríos, el 22 de abril de 1948) es una brillante cantante de folklore, de rock y de la música popular, de prolongada trayectoria. A la fecha, reúne unos 15 trabajos discográficos como solista, publicados. Ha compartido escenario con otros reconocidos artistas, como Tania Libertad, Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, Teresa Parodi, Fernando Cabrera, Ana Prada, Lisandro Aristimuño, Jorge Fandermole, Liliana Vitale, Joan Manuel Serrat y Malena Muyala, entre muchos otros.
Sus primeras incursiones en la música las dio en su Villaguay natal. Allí hizo sus estudios de lectura, piano y escritura. A los 18 años se radicó en Rosario, donde cursó la carrera de Filosofía. Paralelamente mientras trabajaba como docente, llegó al disco: grabó tres páginas folklóricas para un álbum de música popular, editado por la biblioteca “Constancia C. Vigil”.
Participó de los grupos vocales "Contracanto" y "Canto Libre". Fue detenida por el gobierno militar por participar de la militancia peronista. Allí conoció a Fito Páez. Fue justamente este músico quien la convenció de que dejara la docencia para dedicarse a cantar y le produjo su primer disco homónimo en 1987. Este álbum fue también el debut de Páez como productor. Su banda soporte era Juan Perone (percusión), Claudio Bolzani (guitarra), Iván Tarabelli (teclados) y Roy Elder (vientos).
Para 1989, Fito le deja más libertad en la creación de su segundo álbum, "Esa fulanita", aunque le dio los toques finales, el maquillaje.
Finalmente, una compañía discográfica importante se interesa en ella y le edita el tercer disco: "Isla del tesoro" (1993), proyecto para el cual cuenta con invitados como Páez, Ricardo Mollo (de Divididos), Claudia Puyó y Beto Satragni, entre otros.
En 1995 es premiada con el Konex como una de las mejores cinco intérpretes de la década y es la representante argentina en el Foro de Organizaciones No Gubernamentales desarrollado durante la Conferencia Internacional de la Mujer, realizada en Beijing. Su actuación es transmitida por la radio nacional de China. Se presenta como telonera de Fito Páez en River.
En 1997 llega "El diablo me anda buscando" y lo siguen, año a año, "El tiempo quizás", "Recuerdos de provincia" y "Leguizamón-Castilla". En 2003 sale "Confesión del viento". En 2004 publica el disco "Falú-Dávalos". En 2005 edita un ábum doble: "Litoral-Paraná" y "Litoral-Uruguay". En 2008 se lanza "Igual a mi corazón".
En 2009 saca su primer DVD bajo el nombre "Todos estos años de gente", basado en los registros de sus conciertos en el ND Ateneo, durante septiembre de 2007. Participaron Luis Alberto Spinetta, Teresa Parodi, Fernando Cabrera, Carlos Aguirre, Lidia Borda, Lisandro Aristimuño, Nora Sarmoria, Ana Prada, Horacio Castillo, Jorge Fandermole, Coqui Ortiz, Claudio Bolzani, Facundo Guevara y Juan Pablo Chapital. El mismo año Epsa Music edita el box "Catálogo", compuesto por toda su obra, reeditada, desde 1987 hasta 2007; además incluye el primer DVD de la artista.
En el año 2010 sale al mercado el segundo DVD, titulado "El hilo de una voz", donde participaron como invitados los argentinos Mercedes Sosa, Teresa Parodi, Mariano Otero, Liliana Vitale, Lisandro Aristimuño, Marcelo Moguilevsky, Lilián Saba, Germán Arriazu, Horacio Castillo, Guido Martínez y el cuarteto de cuerdas de Damián Bolotín; los brasileros Itiberê Orquestra Familia y Caíto Marcondes; y el uruguayo Urbano Moraes.
En 2011 Liliana festeja "Este tiempo", un nuevo álbum, compuesto por CD+DVD.El 7 de noviembre de 2012 CM, el Canal de la Música, transmitió en vivo la 14° edición de los Premios Gardel a la Música. "Este tiempo" ganó el premio a Mejor Álbum Artista Femenina de Folklore; la terna se completa con Teresa Parodi y Julia Elena Dávalos.
En 2016 Liliana edita "Imposible", un disco compuesto por 10 canciones de autores que ya no están, entre ellos Atahualpa Yupanqui y Falú. La acompañan Pedro Rossi en guitarra, Ariel Naón en contrabajo, Martín Pantyrer en clarinete bajo y Mario Gusso en percusión. La edición incluye Tres Tangos Errantes de Gardel: "Volvió Una Noche", "Soledad" y "Por Una Cabeza", en las cuales acompaña Gerardo Gandini en piano.
En 2019 estrena el disco "Canción sobre canción".
“Fito Páez es mi hermano -confiesa Herrero. Yo sostengo que es un tipo inteligente, que percibe lo siniestro que tiene la Argentina. Como en la obra de Spinetta y de García, lo de Fito es un dialogo permanente con el tango y el folklore. Fito habla con Los Beatles, pero también está discutiendo con el tango. Me parece que es alguien que todavía está preguntándose por lo argentino, qué es esto de ser argentino. Creo que con su disco Circo Beat perdió público, pero ganó en hondura, en reflexión, en esa gran pregunta que yo comparto: ¿qué es esto que somos? Somos pobres herederos de una cultura, que balbuceamos diálogos con nuestra tradición”.
En una charla con la periodista Sandra de la Fuente, Liliana opina: “Siempre me resultó fascinante el universo del Cuchi Leguizamón. Plantea una mimesis entre el producto humano y la naturaleza: el paisaje de la quebrada, según él, es el responsable de que la bagualera quiebre su voz. También me resulta exquisita la forma en que resuelve un diseño melódico y armónico. En Leguizamón y Castilla hay un modo similar de reflexionar sobre el país. Hay trasnochadas, trapisondas, chistes y provocaciones al mundo establecido. Pensaron su región, pero al mismo tiempo han pensado la Argentina y lo hicieron en dialogo con la gran cultura universal. El Cuchi cuando compone conversa con la Eulogia Tapia, pero también con el cancionero español, con el impresionismo francés. Sin perder el pañuelo, como él mismo decía, nunca abandonó esa conversación con la cultura universal”.
Esto decía en setiembre de 1994: “Estoy totalmente de acuerdo con las declaraciones de Fito Páez sobre la ‘tinellización’ de la cultura, donde es posible estar sin pensar, aceptar sin reflexionar. Tinelli ofrece lo que ya se sabe será aceptado. Y lo que será aceptado es lo que él ofrece. Entonces ése es un círculo que alguien tiene que romper. Es un combate, no un debate. En ese contexto, el manifiesto no es suficiente. Hace falta una resistencia concreta. Yo pienso que hay que rescatar la palabra resistencia, que tiene una gran tradición en este país. La otra opción -que confiesa haber pensado- es la del retiro. Por ejemplo, Spinetta eligió ese camino, y se refugió en su familia. Supongo que será un retiro provisorio, porque es una lástima. Yo, como fan, me pierdo la oportunidad de escucharlo, porque él es un artista, alguien que ha pensado en serio su producción. A mi me parece que hay que resistir, y mi manera de hacerlo es hablar en los medios, defender mi nuevo disco, tocarlo en vivo”.
FILOSOFÍA Y MÚSICA
Liliana responde acerca de la interrelación de sus actividades. “Tanto en la filosofía como en la música se pueden desarmar obviedades y repensar sobre varios temas”. Admira a los músicos metidos en los problemas filosóficos del hombre y menciona a Atahualpa Yupanqui, a Alfredo Zitarrosa, a Chabuca Granda. Además de la profundidad de los textos destaca la importancia de la música. “Es fundamental que tenga un territorio, que pertenezca a un lugar preciso”.
La última frase de Herrero encierra toda una manera de sentir la música: “Me gusta la austeridad musical, una especie de reclusión de las notas, Como el rio cuyo movimiento es continuo, pero no siempre suena y cuando trae algo, no siempre lo anuncia”. (Guillermo Pellegrino).