No es tan complejo, ni imposible de encarar una obra cuando hay voluntad de llevarla adelante. Mientras en Junín se tejen mil y una explicación sobre los expedientes, y las vueltas y visitas de funcionarios de distinto rango y dependencia, la obra del aeródromo de nuestra ciudad, que se jacta de ser cabecera regional  en muchos aspectos, no termina de arrancar, más allá de una limpieza superficial, el corte de yuyos y una mano de pintura o alguna señalización.

Eso sí, mientras los pilotos de las aeronaves que llegan para cada ablación a los nosocomios de la ciudad hacen maravillas para evitar la noche para poder tocar suelo en Junín o hacerlo en aeródromos de la región para luego emprender veloces travesías y complejos operativos para cumplir en tiempo y forma para salvar vidas, desde los despachos municipales focalizan las demoras con las excusas ante cualquier pregunta.

Una ciudad mucho más pequeña, sin la vidriera que algunos pregonan por esta tierra, decidieron llevar adelante una obra vital para estos tiempos: En el Aeródromo Provincial de Henderson comenzaron a balizar la pista.

El intendente Ignacio Pugnaloni recorrió el lugar y destacó el inicio de la misma mencionando que ya había sido adquirido el material y ahora se arrancó con la demarcación y el entierro de cables.

Pugnaloni estimó que en poco más de una semana se inaugurará y el balizamiento será una realidad. "Vamos a seguir por este camino invirtiendo en nuestro pueblo. La idea del balizamiento de la pista fue estirar su uso comercial y tener la alternativa eventualmente para la utilización de un vuelo sanitario", indicó el intendente.

Decisión, ganas, sin excusas. Gestión. Sin bombos ni cotillón, Henderson tendrá su pista iluminada para actividades nocturnas.