Mientras Kicillof ya avisó que reclamará para corregir la coparticipación que la provincia de Buenos Aires recibe de Nación,  los intendentes, oficialistas y opositores de la Cuarta Sección, evalúan salir a apoyar la medida. Los legisladores también se unirían al reclamo.

No los une el amor, sino las necesidades. Es que detrás de esa mejora en los ingresos que el Ejecutivo provincial podría obtener, se espera el efecto cascada hacia los municipios.

Tras las reiteradas posturas expresadas por el presidente electo Javier Milei en torno al corte de la obra pública y el slogan "no hay plata", los jefes comunales alzan la guardia y presienten que necesitarán de un mayor protagonismo para no quedar a pico seco.

Se evalúa un documento que deje sentada una postura pero no se descartan acciones individuales que contengan desde expresiones en medios llamando a Milei a que reflexione en torno a esta postura, hasta reuniones y audiencias como las que solía tener el radicalismo con funcionarios nacionales durante la presidencia de Alberto Fernández.

Una semana exacta antes de que asuma la presidencia Javier Milei, Kicillof salió a defender a las y los bonaerenses y se hizo eco de que en su gestión: “La provincia de Buenos Aires es la más perjudicada en materia de coparticipación, aporta cerca del 40% de los fondos y recibe apenas el 22%”. El gobernador reactivó el reclamo por la coparticipación y dijo que seguirá peleando por esos recursos porque son "fundamentales para que los bonaerenses vivan mejor".

También aseguró que “en proporción a la cantidad de habitantes que tiene” –unos 17,5 millones según el último censo- Buenos Aires es la provincia “que menos gasta y que menos empleados públicos tiene”.