Por: Redacción Semanario de Junín

En un arrebato de querer mostrar proactividad, frente al dramático escenario de quedarse sin balneario por la seca de la laguna de Gómez, el municipio de Junín puso en marcha “Puntos de Encuentro”, una serie de presentaciones musicales para llenar el vacío de un parque natural abandonado en ideas y atención desde hace ocho años.

La obsesión por los “puntos” de la gestión de Pablo Petrecca, no alcanza para mostrar eficiencia sino que suma más cotillón a la falta de creatividad.

Los “Puntos Verdes” para el reciclado se veían abarrotados de basura de todo tipo sin recoger, los “Puntos Seguros” sólo sirvieron para inaugurar un “timbre” de escaso resultado, frente a la inseguridad desbocada.

Hace pocos días, el Observatorio Turístico del Gobierno de Junín, conocido por sus “dibujos” estadísticos de difícil constatación dijo que “la mayoría de los visitantes que eligen venir a Junín destacan que la ciudad es muy tranquila, muy linda y con gente muy amable”.

Cabe destacar que, según la comuna “el Observatorio Turístico es una herramienta impulsada por la gestión del Intendente Pablo Petrecca y utilizada para el estudio y comprensión de la realidad (?), evolución y comportamiento de la actividad turística de Junín”.

Tanto en lo que se refiere a lo de “linda” y lo de “realidad” es que traemos (una vez más) algunas fotos “reales” de la terminal de ómnibus ubicada en pleno centro juninense, adonde llegan los turistas, pero también “pasan y miran”, los que viajan en los micros provenientes de casi todo el país y llevan a cabo una “parada técnica” para ir a los baños o comprar algún entremés.

El lugar prácticamente no recibe mantenimiento desde la llegada de Petrecca, se ilumina mal, todavía con los tubos fluorescentes que dan una imagen tétrica, mientras el alcalde no deja de hablar del cambio de luminarias en las calles con millones de led.

Los locales que pertenecen al complejo están en malas condiciones, algunos abandonados e inexplicablemente cerrados el bar y el kiosco, que quedaron fuera de servicio desde la pandemia. Sólo queda el diarero que, aprovecha y ofrece también “café exprés” y gaseosas.

Hasta las veredas están en malas condiciones, en el lugar que debiera ser una carta de presentación de Junín “hacia el mundo”.

La situación es calamitosa, (nos reservamos los baños de la década del ’60 y sin mejoras desde aquel tiempo), todavía más cuando se piensa que desde hace ocho años Petrecca no pudo terminar la nueva edificación sobre la ruta nacional 7, que también paralizada, se muestra su cartel de neón de color azul, advirtiendo a los ocasionales viajantes que se trata de “Junín”, la ciudad que algunos recuerdan como un faro de la región y hoy ni siquiera puede iluminarse a sí misma.