Es sabido que el Río V en Córdoba tiene relación con lagunas de la provincia de Buenos Aires como la de Cuero de Zorro en Trenque Lauquen a través de aguas superficiales, pero también se relaciona con los niveles de la laguna de Gómez en cuanto a afluentes naturales.

Los pescadores avezados saben por la estadística -de boca en boca- recogida a través de los años que cuando el famoso río cordobés desborda (y eso es algo que ha empezado a suceder), hay afloramientos de agua en distintos sectores de las encadenadas locales de Mar Chiquita y Gómez.

Por otra parte, en su recorrida aporta un caudal significativo en la provincia de Buenos Aires, a través del brazo que toma la dirección sur pasando por las localidades cordobesas de Jovita e Italó e ingresando en la provincia de Buenos Aires en las cercanías de Banderaló, anegando los territorios próximos a las ciudades de General Villegas, América, y Trenque Lauquen.

Luego el río V tuerce hacia el noreste, pasando entonces sucesivamente por las proximidades de Pehuajó, Carlos Casares, 9 de Julio y Bragado confluyendo con el río Salado bonaerense en las cercanías de Mechita.

De este modo, siendo el río Salado bonaerense un afluente de la Cuenca del Río de la Plata, transitivamente, también el río Quinto lo es.

Según los datos registrados, desde inicios del presente siglo la conexión superficial entre el río Quinto y el río Salado ha sido reactivada en gran medida a través del Canal Arturo Jauretche.

Si bien en los últimos días algunos falsos profetas habrían estado practicando raros sortilegios con la “parla de la lluvia”, la recuperación que podría verse en nuestras encadenadas será simplemente por efecto de la naturaleza y nada tiene que ver con pedidos a “las fuerzas del cielo”.