La epidemia del dengue, que se masificó este año en el país y de la cual Junín no zafó, requiere de medidas que van más allá del pedido del descacharramiento a los vecinos. Precisamente el Estado y en este caso el municipal, debiera tomar cartas en el asunto y no “ajustar” en materia de limpieza de calles y particularmente en el corte de los pastizales en los ámbitos públicos.

Una recorrida por la ciudad alcanza para observar esta situación. Las zonas de parques públicos suburbanos no cuentan con el debido mantenimiento y ni hablar del sector donde se emplazan los terrenos ferroviarios.

Esta situación lleva una mayor proliferación de mosquitos que son los que protagonizan la crisis sanitaria por la presencia del dengue que transmiten.

Y mientras el municipio suele ser rápido a la hora de intimar a vecinos por lotes baldíos sin cuidado, no quiere invertir en costos para tener sus propios predios en condiciones. Una más de la gestión Petrecca, en aquello de “haz lo que yo digo, más no lo que yo hago…”