

Días pasados y tras una auditoría realizada por la Autoridad Regulatoria Nuclear dependiente del gobierno nacional, se habría detectado deficiencias en el servicio de radioterapia del HIGA “Abraham Piñeyro” situado en nuestra ciudad de Junín.
La información que trascendió y no pudo ser oficializada a través de las autoridades locales, indican que se advirtió por parte de la inspección que faltaban los permisos regulatorios desde hace tres años y se carecía de dosímetros suficientes para el personal del área.
Los dosímetros personales se utilizan para medir la dosis recibida por el personal ocupacionalmente expuesto a las radiaciones ionizantes. La lectura de estos dosímetros se efectúa en base a irradiaciones de referencia que realiza la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Del mismo modo se hallaban vencidas las pastillas del equipo de radioterapia, ya que en dicha actividad se utiliza radiación de alta potencia (como rayos X o rayos gamma), partículas o semillas radiactivas para destruir las células cancerígenas.
Del mismo modo se habría destacado que la sala de espera de los pacientes “debe estar separada del lugar donde se lleva a cabo la radioterapia”, y si bien anteriormente existía ese espacio, luego fue ocupado por el servicio de cirugía.
En virtud de las falencias señaladas, la autoridad regulatoria habría intimado a la corrección de las deficiencias, las cuales de no llevarse a cabo podrían generar el cierre de tan importante área de salud para la región.
Vale recordar que en el año 2019 y luego de estar seis años paralizada, volvió a funcionar la bomba de cobalto en el HIGA Junín.