Por: Por Ismael A. Canaparo

Otro sacudón para el deporte juninense significó la muerte del ex jugador y periodista Rubén Camilo Azconzábal, que murió hoy a los 85 años. Había nacido en Morse el 14 de setiembre de 1938.

En el plano deportivo, hizo todas las divisiones inferiores en Sarmiento hasta llegar a Primera amateur, incluyendo varias participaciones en los seleccionados de la Liga Deportiva del Oeste. Con la casaca verde conquistó varios campeonatos, en distintas categorías.

Sus buenas actuaciones, le sirvieron para ser convocado al equipo profesional, en las temporadas 1959 y 1960, codeándose con compañeros de gran calidad. En esos ciclos, disputó 11 encuentros, marcando dos goles. Debutó el 23 de mayo del primer año contra Nueva Chicago, en Mataderos, encuentro que terminó igualado en dos tantos.

También jugó con su hermano Raúl en la tercera y reserva de Estudiantes de La Plata, además de excelentes incursiones que hizo en Canals (Córdoba) y en un elenco de General Viamonte.

Desde muy jovencito se inclinó por el periodismo. El se jactaba, medio en broma, medio en serio, que sentía un gran orgullo por haber sido el único exponente de las letras en Junín, que se había jubilado exclusivamente de eso: periodista.

También encabezó programas televisivos en el viejo Canal 2, así como radiales en LT20 Radio Junín. Cuando la emisora de Hipólito Yrigoyen (hoy en Sáenz Peña) salió al aire por primera vez, él fundó un programa deportivo que se mantuvo en el aire por décadas: Radiovisión Deportiva. Y por primera vez, desde entonces, se pudo escuchar los partidos de Sarmiento, tanto local como visitante. Pese a haber sido jugador del club, tuvo una gran virtud: ser objetivo con los desempeños del once verde. Como si fuera poco, fue elegido por sus compañeros como presidente del Círculo de Periodistas Deportivos.

Quién esto escribe compartió con Rubén la redacción de La Verdad por un año y medio, hasta que él pasó a trabajar en la radio. En el diario lucía el cargo de Jefe de Deportes y como dato trascendente, dejaba hacer a sus colegas, sin interferir o censurar algún ocasional enfoque, aunque en el fondo no le gustara.

Dejó una profunda huella en el periodismo y lo vamos a extrañar. Cuando muere un músico o un periodista, la ciudad siente un cimbronazo especial.