LOCALES | 31 ago 2024
TERMINAL DE ÓMNIBUS
Bienvenidos a Junín... "lo que no te debés perder"
La Terminal de ómnibus de la ciudad presenta un estado lamentable: Vidrios rotos, grietas en el techo y el pavimento, oficinas cerradas y baños en situación calamitosa. Es un espacio que sufre la falta de un adecuado mantenimiento y está lejos de ofrecerle un buen lugar al viajero o turista que pasa por Junín.
Con una terminal a estrenar a la que siempre le 'falta algo' para ser inaugurada y otra, que cumplió sus años pero quedó en el olvido y sin mantenimiento, Junín carece de un buen lugar de ingreso o egreso a la ciudad.
Pese a reiteradas promesas, Junín mantiene su elefante blanco a la vera de la circunvalación Eva Perón. Allí todavía espera su habilitación la nueva terminal de ómnibus, el espacio pensado por la gestión Meoni y que la administración Petrecca parece no tener apuro en estrenar. Pero no solo no corta las cintas de la nueva sino que tampoco mantiene en condiciones la vieja terminal, (la única operativa) que se parece a una postal del abandono.
Si pasa por el lugar emplazada en pleno centro de Junín, en avenida San Martín, entre Rivadavia y Belgrano, habrá notado que la Terminal precisa algo más que mantenimiento, pero si tiene la necesidad de transitar sus espacios y transitar su interior verá que su estado es lamentable y se parece a un lugar olvidado, abandonado.
Los gorriones la tomaron de hogar; los baños están abandonados, con sanitarios que precisan reposición; hay perros que usan de cucha las encomiendas amantonadas; muchos vidrios están rotos, algunos tapados con cartón y los que se rajaron, pegados con cinta de embalar; hay locales cerrados y sucios, tan sucios como la misma terminal. A simple vista pueden verse cables eléctricos sueltos; hay yuyos en los techos, hay tanto de lo malo que sería largo de enumerar.
De noche, se podría filmar una película de suspenso: Pocos fluorescentes, le dan un aspecto lúgubre al lugar. Las puertas abiertas y el sistema de calefacción que no funciona, completan el combo del suplicio.
La terminal de Junín da pena y tristeza; es el reflejo de una pésima gestión y su estado sirve para cachetear los discursos y promesas que hablan de turismo y atracciones y lo primero que se encuentra, es esta recepción.
No hace mucho, el sitio era 'el lugar' de llegada, pero ahora pasó a ser una especie de depósito, donde los viajeros deben esperar de forma incómoda su ómnibus de salida al destino que deseen ir.
Curiosamente, no se levantan voces, Ni de queja, repudio ni reclamos; a nadie pareciera importarle. No solo al oficialismo, sino tampoco a la oposición, todos ocupados en solucionar sus internas o acomodarse en los nuevos cargos.
Todos mantienen el silencio ante el pesar de los habitantes a quienes dicen representar.
La terminal de Junín es una postal del abandono, pero también una muestra de los egoísmos, la miopía y el desinterés por los demás, pese a que más de uno se llena la boca explicando 'las bondades que tiene la ciudad'.