domingo 08 de septiembre de 2024

CULTURA | 4 sep 2024

NOTABLE DIBUJANTE Y HUMORISTA GRÁFICO

Arnoldo Franchioni, de Ascensión al mundo

Empezó a estudiar fruticultura, pero terminó buscando vivir de su pasión: el dibujo y la creatividad humorística. Fue autodidacta con el lápiz. Apenas tenía escasas lecciones de un curso por correspondencia y la influencia de Disney, que marcó a todos los dibujantes de su generación.


Por: Ismael A. Canaparo

Arnoldo Franchioni (22 de agosto de 1928 – 20 de noviembre de 2012) fue un talentoso dibujante de cómic, humorista gráfico e ilustrador, que firmó sus trabajos con el seudónimo de “Francho”. Nació en Ascensión, partido de General Arenales, donde residió hasta 1944. Es reconocido especialmente por sus publicaciones en medios estadounidenses como “MAD Magazine” y “The New York Times”.

A principios de 1944, decidió estudiar Fruticultura y Arboricultura en Dolores. Un año y medio después cambiaría de rumbo, dejando los estudios y radicándose en la Capital Federal, donde se convertiría para siempre en “Francho”, dada la categoría que le imprimió a su desarrollo profesional.

Tres años más tarde ya publicaba sus dibujos en el diario “Democracia”, con chistes de temática futbolera. Fueron los primeros de una inagotable producción que iría creciendo y diversificándose a partir de entonces.

El padre de Arnoldo, un inmigrante italiano y simpatizante demócrata, regenteaba un almacén de ramos generales, donde se daban cita coterráneos fascistas y españoles libertarios, según el relato del actor, director de teatro y dramaturgo Miguel Dao, en una nota publicada recientemente.

El propio Dao detalla que a menudo todos los parroquianos discutían sobre un mapa de Europa, trazado con una rama sobre el piso de tierra en la cancha de bochas. Había un chico de testigo que escuchaba atento: “Francho”.

Era el mismo pibe que había rescatado de su maestra a próceres olvidados como Facundo Quiroga o el Chacho Peñaloza. El mismo que esperaba con avidez al tren que traía con atraso las publicaciones de Buenos Aires: “El Gorrión”, “Tit-Bits”, “El Tony”, “Rataplán” y el suplemento infantil en colores del diario “Crítica”.


SU TRAYECTORIA EN EL PAÍS


Comenzó dibujando para “Democracia”, que publicaba en su edición dominical una página entera de chistes de fútbol. Para este diario también creó la tira diaria "Cándido", que apareció de 1947 a 1961. Además, colaboró en el matutino “Noticias Gráficas” y en revistas como “Descamisada”, “Suspenso”, “Vea y Lea”, “Estampa”, “Medio Litro”, “Loco Lindo”, “Bomba H”, “Tío Vivo”, “Cosquillas” y “Rico Tipo”, de Guillermo Divito, una publicación que hizo historia a nivel nacional con tiradas de más de 350.000 ejemplares, cifras increíbles hoy en día. Los dibujos de Divito y sus chicas marcaron tendencia en la moda de la época. Por entonces se solía escuchar una frase que se hizo muy popular: “Es una chica Divito”.

Según publicaciones de la época, “Francho” era colaborador directo de Divito. Su versatilidad le permitía manejar diferentes estilos. Desde los cuadros de historietas hasta ilustraciones para viñetas o tapas de revistas a todo color y los collages, esto que lo destacarían posteriormente en Estados Unidos.

A finales de 1953 comenzó su colaboración en la revista “Avivato”, para la que creó artículos como "Album de Familia" (1954-1958), "Camotito" (1954-1959), "Historias de Cinco Guitas" (1954-1959) y "Los Tres Malditos" (1957-1962), saga que culminó publicando en “Piantadino”. También se lució en el recordado “Libro de oro de Patoruzú”.  Sus tiras cómicas se extendieron hasta en Chile (1959 a 1962), en la legendaria revista “El Pingüino”.


LA ÉPOCA DE ORO DE LOS DIBUJANTES


El enorme prestigio que había cosechado “Francho” en menos de una década, lo subraya una nota publicada en la revista “Dibujantes” del año ’56.  Tras referirse a Quino -creador de Mafalda- la publicación expresa que también se consagraron definitivamente otros dos valores: Carlos Garaycochea y Arnoldo Franchioni.

Agregaba: “Francho” con sus célebres 'Historias de Cinco Guitas', genera una nueva forma de humorismo fino y 'entrador' que lo convierte en uno de los dibujantes más solicitados en la actualidad”.

Sobre “Historias de Cinco Guitas”, mostraba en una página las vicisitudes de gente común, observaciones costumbristas y desavenencias amorosas de vecinos de barrio. En episodios posteriores, correspondientes a la etapa del presidente Arturo Frondizi, el humor se hacía más ácido y se volcaba decididamente a lo político y social. “Era un material conscientemente provocativo”, definía el ascensionense.

Una edición del Fondo Nacional de las Artes lo ubica entre los grandes en la época de oro del humor gráfico y la historieta cómica de nuestro país. En “La Argentina que Ríe”, volumen a cargo de Andrés Cascioli (creador de las revistas Satiricón -junto a Oskar Blotta- y de Humor Registrado), “Francho” aparece codo a codo con glorias nacionales, como Dante Quinterno, Calé, Oski, Torino, Ferro, Lino Palacio y Divito, entre otros.


TODO UN IDEALISTA


“En una nota que firmé hacer poco, definí a “Francho” como el exilado exitoso. La dialéctica que había generado escuchando las discusiones en el almacén de su padre, lo llevó prontamente a adherir a los ideales de justicia social del peronismo y a relacionarse con grupos que se ubicaban en el ala izquierda del movimiento”.

“Los años que siguieron a la caída de Perón, fueron muy difíciles para Arnoldo. Por su actividad ideológica, las puertas se comenzaron a cerrar, máxime teniendo en cuenta que reflejaba sus pensamientos hasta en las publicaciones humorísticas. Figurar en las listas negras significaba, entre otras cosas, asfixia económica. A excepción de lo sucedido con Héctor Oesterheld, no existieron casos así muy frecuentes en la historieta argentina. El buscar caminos en el exterior del país fue para él una solución indispensable”. (Miguel Dao).


EL EXILADO EXITOSO


Sus comienzos en Estados Unidos, él lo resumía con tres palabras: “pateaba la calle”. Con una carpeta de dibujos bajo el brazo, comenzó a presentarse en editoriales o rastreando posibilidades en los listados de los edificios donde buscaba encontrar empresas o editores que utilizaran material gráfico. Eran tiempos donde diarios y revistas vivían momentos auspiciosos.

Dibujó para una serie de libros infantiles en editoriales como “Multimedia Educatión”, “Talking Page”, “Dan Turner Inc.” y “Shepsel Books”. También diseñó tarjetas de felicitaciones e hizo una tira diaria para un periódico, llamada "Professor Take It Easy", siendo esos escalones los que le permitieron acercarse a las grandes ligas.

 En 1964 comenzó a trabajar para la revista satírica “Cracked”, de la cual fue un artista habitual a lo largo de las décadas de 1970 y 1980.

En los ‘70 su lista de clientes incluyó nada menos que al “New York Times”, el “Washington Post”, el “New York Daily News” y “Mad”, la revista satírica más importante de los Estados Unidos, con tiradas de hasta dos millones y medio de ejemplares. “Mad” se editó desde el año ‘52 por más de medio siglo e influyó en varias generaciones sobre la cultura, la política, la moda y todo el “establishment” americano.

También contaba que el “New York Times” había comenzado a utilizar ilustraciones, con el objeto de alivianar los textos editoriales y fue así que inició sus publicaciones de dibujos y collages en el principal diario de los Estados Unidos. Esas ediciones eran seguidas por el editor de “Mad”, quien le solicitó que produzca material de ese estilo en su revista.

En realidad, “Francho” ya estaba colaborando con “Mad”, proporcionando ideas que después eran ilustradas por otros artistas, pero desde ese momento apareció con su propia firma. Para todo dibujante publicar en “Mad” era como jugar en el mejor equipo de la NBA o, futbolísticamente hablando, ser titular en el Real Madrid, Manchester City o el Barcelona.

“Por publicar un par de páginas en “Mad”, podía viajar con mi esposa un mes a la Argentina. A raíz de esto, pienso lo difícil que sería para un dibujante argentino de primera línea juntar ese dinero”, solía comentar entre amigos.

Sus trabajos en “Mad” se centraban especialmente en críticas al régimen norteamericano por su apoyo a las dictaduras en países sudamericanos, la guerra fría, la venta de armas y temas similares.

En una ocasión, ideó la ilustración de la paloma de paz presa, detrás de los barrotes, formados por la bandera americana. Dicho dibujo dio vuelta al mundo, reproducida por otros dibujantes que cambiaban a su gusto al “presidiario”.

Publicar en esa revista le abrió las puertas a otros grandes mercados. Durante su amplia trayectoria trabajó para publicaciones de Japón, Turquía y Yugoslavia, y en la década de 1990 proporcionó arte a American Medical Health, McCall's, Family Circle, Better Homes & Gardens, New Woman y Cosmopolitan.

 


BUONANOTTE: “MI GRAN MAESTRO”


En una emisión especial de FM 103.1, emisora de Ascensión, conducida por Hebert Comino, semanas atrás se recordó la trayectoria de un hijo de la ciudad: Arnoldo Franchioni. Entre otros, participó uno de sus alumnos: Ricardo Buonanotte, dibujante, publicista, humorista gráfico, empresario y creador hace 40 años de la agencia “Le Coq”, también nacido en Arenales, que expresó lo siguiente:

“Personalmente, conocí a Francho en Junín, allá por el año ´74. Esperaba encontrarme con un señor bien yanqui tras una década viviendo en los Estados Unidos. Después de una larga cena, los tres que compartimos aquella mesa con él llegamos a la misma conclusión: ‘Francho es más argentino que nosotros’.

Nos quedó la imagen de buen tipo, honrado y fiel a sus principios, cosas que siempre resaltaron todas las publicaciones que hablaron sobre su trayectoria.

Humilde, afable, colaborativo, se interesó sobre nuestra revista humorística de ese momento. Además de hablarnos sobre su recorrido, mostró preocupación por ese nuevo Gobierno que se abría en el país, tras el regreso de Perón y todo lo que estaba sucediendo en la República.

Tiempo antes, lo había contactado por correo, invitándolo a que nos cuente sobre su trabajo en Nueva York, donde residía con su esposa Diana. No sólo nos envió extensas cartas con datos, anécdotas y material publicado. También recibimos libros de humor y una suscripción anual de la revista “Mad”.

Un par de años después, en otro de sus regresos al país, lo visitamos en Ascensión, junto con el dibujante Jorge Toro. Cabe aclarar que Jorge y Félix Saborido habían sido ayudantes de “Francho”, a quien ellos no dudaron en calificar como “su maestro”.

Jorge Toro publicó durante muchos años en las revistas de Editorial Mazzone, “Piantadino”, “Capicúa” y “Afanancio” y después editó sus propias revistas: “Las chifladuras de Carlitos Balá”, “Minguito la voz del Rioba”, “Gattín” y “Las travesías de Fitito”, entre otras.

Félix Antonio Saborido (1938 – 2021), considerado uno de los mejores historietistas del país, publicó en las revistas recién citadas, además de “Billiken”, “Satiricón”, “Fierro”, “Scorpio”, “Caras y Caretas”, como así también y en varios diarios argentinos. En las últimas décadas, dibujó principalmente para medios italianos.

Seguramente la relación de “Francho” con Saborido se generó por ser éste también nacido en General Arenales, un 7 de setiembre de 1938.

En rigor, en lo personal, seguir marcado a la trayectoria de “Francho”, fue casi un homenaje al maestro de mis maestros. Me inicié como dibujante metido entre los tableros de Toro y Saborido y comencé a publicar gracias a ellos. La suerte quiso que vivieran algunos años en Arenales, donde nací y me críe.

El legado de “Francho” me quedó materializado en un tablero suyo que, al irse del país, se lo obsequió a Jorge Toro, quien me lo regaló después… y lo conservo con orgullo”.

 

 

 

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