Por: Redacción Semanario de Junín

Esta semana se conoció el dato de que la pobreza alcanzó al 52% de la población y la indigencia al 17,9% en el primer semestre, según estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).

Estas cifras representan un aumento significativo frente al 41,7% y 11,9% registrados por el Indec en 2023, y son los valores más altos desde 2004.

No quedan dudas de que la baja de la inflación no alcanzó para mejorar las condiciones de vida de la gente.

En ese marco, el presidente de la Nación, Javier Milei, vetó el proyecto que permitía a los jubilados un aumento miserable que llevaba la retribución mínima, que perciben más del 65% de los adultos mayores en nuestro país, a poco más de 300.000 pesos.

Como si con eso no alcanzara en esta manifestación de odio hacia la vejez, el PAMI quitó la ayuda que brindaba sobre los medicamentos, lo hizo sobre 44 que se otorgaban en forma gratuita, pero al mismo tiempo recortó porcentajes de entre 10 y 30 puntos de descuentos sobre otros mil.

Eso en medio del aumento en alimentos que no cesa, al igual que los tarifazos salvajes.

Como si fuera poco, no hay una cobertura en salud que siquiera de asemeje a lo que debiera ser digno y el resultado será sin dudas el genocidio que planteábamos en nuestra edición pasada en esta misma sección.

Los manifestantes a favor de los jubilados volvieron a ser reprimidos en CABA y en lugares como Junín, quienes convocaron a la “Caravana de la Bronca” desde la multisectorial, habrán terminado más embroncados todavía, debido a la falta de apoyo y los faltazos de quienes se comprometieron a estar y no lo hicieron.

Acompañaron los pibes estudiantes y eso alcanzaría para saber que hay generaciones que podrían recuperarse de esta suerte de parálisis del resto, que se dejó ganar la calle y no reacciona siquiera a los verdugos de sus padres.

Pero nada puede despegarnos de la idiosincrasia de una comunidad que tiene poco en común cuando se trata de poner el cuerpo por aquellos que nos dieron la vida y la crianza y nuestro Estado cercano, el municipal, se aboca a preparar losfestejosdel “Día del Jubilado”, porque si hay alguien al que no se le terminó la fiesta, es al intendente y su pléyade de aplaudidores.