

Por: Redacción Semanario de Junín
PÁGINA DE HUMOR PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL N 431. CORRESPONDE A LA SEMANA DEL 12 AL 18 DE OCTUBRE DE 2024
Alexia planchó la capa, se alisó el peinado y se cepilló los dientes. Vio que todo estaba en orden y partió, raudamente, para llegar a tiempo a la cita con Amarillo I en tierras lejanas.
Es que el Monarca Amarillo parece decidido a avanzar sin convivencia ni matrimonio con Desquiziuz y para ello anda de armado en armado, buscando hacer pie contra el pintado violeta, que la Jefa amenaza con desparramar por decenas de reinos, quitándole espacio al nuevo Pro.
Y como de supervivencia se trata, el amarillismo decidió jugarse el poncho. Todo sea por la permanencia en los cargos y la continuidad de los acres. Por seguir en los mismos lugares que dicen detestar, pero que disfrutan desde el mismo momento que asumieron.
Alexia es uno más de esa casta que prometió cortar con esos privilegios, pero quedó en las antípodas de sus dichos. Conviene recordar que empezó por acomodar la parentela, mientras contaba que el Estado es una porquería, y disfrutaba lo mismo que tanto criticaba.
Bueno, en verdad no cumplió ninguna de las promesas que boqueó, como la de gobernar una vez y regresar a su casa y la de combatir otros privilegios. No solo las incumplió, directamente las olvidó. Es que debe ser muy linda la vida de monarca, mucho pico, poco pique, mucha simulación, poca concreción. Así las cosas, nada mejor que hacer mutis por el foro.
Por eso, ahora que probó esos privilegios, Alexia apura el paso en la dirección de sus sueños. Y promete que con él (ellos), la vida irá mejor. Es la vieja cantinela. Aunque se llamen nuevo algo, son los mismos de siempre, los que venden espejitos de colores, contando maravillas mientras el resto cuenta cada uno su miseria galopante.
A Alexia eso no le importa demasiado. Ya logró su cometido: De armador que no logró armar nada para terceros, armó la propia, cerca de Amarillo I. Después de todo, no haber sacado nunca los pies del plato le dio el premio de seguir sentado a la mesa del señor, la que habla de la teoría del derrame, pero que derrama para unos poquitos elegidos.
En ese lugar anda Alexia, por eso lustra su capa, mientras el reino sigue hundido en el último de los subsuelos.
PetrEgo
En un espacio de arte local aparecieron unos letreros al estilo del viejo oeste, buscando a PetrEgo. No pueden encontrarlo.
Parece que algunos lo vieron estrechando las manos de empresarios amigos, a los que unos días después, les regaló un pedazo de tierra a cambio de vaya a saberse qué oscuras promesas.
Otros lo vieron sentado cual estadista, contando las maravillas que dice que hace, hubo quienes lo buscaron, para pedirle por el arreglo de unas calles endiabladas, pero según les contaron, no tenía tiempo de recibirlos, y se tuvieron que conformar con una audiencia para dentro de un par de meses.
Hubo quienes aseguraron que estaría cortando las cintas de la terminal que recibió casi lista pero parece se equivocaron, porque por allí, no apareció.
Los que sí lo vieron fueron unos amigos del viejo PRO, ahora nuevo Pro. Según contaron, Mauricio está cerca de largarse solo, o viendo si conviene algo de convivencia libertaria. Por ahí estuvo, hubo fotos que así lo certifican.
Bueno, si de mostrarse se trata, PetrEgo suele aparecer seguido con nenitos dejardín de infantes, que se bancan sus morisquetas, y que les cuente que con su escuela de robótica, vivirán mejor que en Suiza.
No obstante, hay muchos que lo buscan, por promesas incumplidas. Miles. Casi la ciudad entera, pero para ellos usa los medios amigos, donde cuenta que lo que no puede lograr es porque no lo quieren, porque lo discriminan, por amarillo, por sí-mauricista o por lo que sea.
Un dato: Para verlo, hay que salir de ciudad Fría, o buscarlo en el mundo virtual, donde aparece más seguido que en las calles. Ahí manda fruta. En las calles, manda a sus amigos, porque él, nunca está. Es que anda como bola sin manija, preparando su partida.
Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana
*) Inaugurar la terminal de ómnibus interminable. Jijii.
*) Ponerle los cabezales a las columnas cercanas a la terminal interminable.
*) Sacar los tambores de Circunvalación, en cercanía a la rotonda de los amigos de Mostaza. Nos retaron.
*) Comprar un paquete de velas para iluminar la pista de atletismo de nuestra ciudad que todavía no levanta vuelo.
*) Prometer. Algo. Cómo estaremos que ni siquiera eso estamos haciendo, pero la llevamos lindo, porque son poquitos los rezongos.
*) Llenar el tanque. Pronto. Es que Mauri llama y al jefe nunca se lo desaira.