Por: Redacción Semanario de Junín

Con poco más de 50 años, el ingeniero agrónomo Fernando Chiófalo es un empresario agropecuario exitoso del noroeste de la provincia de Buenos Aires ligado a contratistas rurales, logística, alquiler de campos para actividades agrícolas y ganaderas y aunque su principal fuente de ingresos y unidad de negocio se centra en la venta de insumos y el acopio de cereales, su verdadera pasión pasa por Sarmiento de Junín.

Cuando llegó a la presidencia, en el año 2005, El Verde estaba al borde de la quiebra y Chiófalo aprovechó su conexión con el sector agropecuario para conseguir el dinero que precisaba, a tal punto que un 90% de los ingresos del club llegaron del sector agropecuario, por lo que algunos lo apodaron ‘El equipo del campo argentino’.

La “Era Chiófalo” en Sarmiento comenzó a sus jóvenes 34 años, y bajo su conducción, las pasó todas: arrancó con serias deudas, complicado desde lo institucional y en Primera B. Y bajo su gestión, lo ordenó, y deportivamente creció: Ascendió y descendió; rompió el recorrido en la vieja Primera B y desde noviembre de 2014 llegó a la “A” por la reforma de los diez ascensos. Bajó al Nacional B, donde llegó a disputar todas las finales de la categoría. Y otra vez ascendió a la elite, donde aún busca su consolidación.

Haciendo un balance, no quedan dudas que el resultado deportivo para la institución bajo su batuta fue superlativo: Además del plantel superior, la Reserva se coronó campeona en 2021 por primera vez en su historia y el plantel femenino cayó en la final buscando llegar a primera, en su primera participación en los torneos de AFA.

Por otro lado, el club creció exponencialmente en infraestructura. Sumó obras, agregó disciplinas deportivas, reformó el estadio, modernizó la Ciudad Deportiva y avanzó con la construcción de nuevos espacios en el Centro de Alto Rendimiento, donde hoy entrenan las categorías profesionales de la institución.

Con más de 35 profesionales, entre médicos, utileros, más de cien empleados y proveedores de todo tipo, Sarmiento es una de las principales ‘empresas’ que factura –e invierte- una millonada de pesos por mes en la ciudad.

Su manejo, estilo y excesivo personalismo, hicieron crecer los cuestionamientos y por ello, debió sortear una prueba de fuego el 25 de junio de 2023. Después de 18 años, esas diferencias se dirimieron en elecciones. La lista oficialista ‘Siglo Verde’, tuvo un contundente apoyo y los socios reeligieron a Chiófalo con el 82% de los votos (1315). La lista opositora de Corazón Verde, encabezada por Diego Fernández, sumó el 18% (286) restante. Las 1611 personas que votaron, de las 3200 habilitadas, le dieron al presidente la posibilidad de continuar al mando, hasta junio de 2025.

Chiófalo perdió laderos en la tribuna y en los escritorios. Y el presente deportivo no lo ayuda. Un combo desgastante.

Los dolores de Coquito

No obstante estos años de felicidad y brillo, Chiófalo también sufrió varios pesares. En estos últimos tres años, el presidente se vio afectado por la partida de amigos, la muerte de laderos importantes y renuncias de incondicionales, que le dejaron un vacío difícil de llenar. Cada una en su medida, afectaron su poder.

El golpe más reciente -y fuerte- fue la partida de ‘hermano de la vida’ Diego Cifarelli. Era el alfil más importante, el sostén del andamiaje financiero y económico del club. La salida del contador y Presidente de la Cámara Molinera Argentina fue un cimbronazo en la estructura del poder del oficialismo.

Todo explotó luego que expusiera su amor por la Academia y su vínculo con la lista de Diego Milito para competir en estas próximas elecciones. Su viaje a Brasil para el partido de ida de los dirigidos por Costas en la Sudamericana, hicieron explotar la bomba en Junín y varios socios estallaron de ira, pidiendo su renuncia.

La presión fue tan grande, que en pocas horas Cifarelli anunció que ‘dejaba el club porque no tenía las fuerzas para seguir con la demanda diaria que el Verde exigía’.

Otros tiempos. Los 3 Mosqueteros de Sarmiento. Hoy, Chiófalo perdió a sus dos laderos.

No fue la única salida. Hubo otro alejamiento silencioso. Si bien casi nunca estuvo ‘en la diaria del club’, Horacio Martignoni, era la voz del Verde en la poderosa estructura de Viamonte.

Era, porque tampoco está en el nuevo armado de Chiqui Tapia. Y si bien a Martignoni algunos lo ubican en las flamantes oficinas afistas en Miami, donde ahora cumpliría nuevas tareas del mandamás de la Casa Madre del fútbol argentino, “ya ni aparece por el club”. Su triunfo personal significa cero réditos para El Verde en la estructura de poder del futbol nacional.

No darle la oportunidad de continuidad al interinato de Funes despertó el enojo de muchos hinchas. Fiel a su estilo, Chiófalo decidió sin atender otras posturas.

Viejos cimbronazos, réplicas actuales

Pero estas últimas partidas tuvieron otras que conviene repasar, porque algunas de ellas dejaron secuelas que se extienden hasta estos días. En febrero de 2021 murió Mario Panero. El reconocido hincha y ex empleado municipal ligado al desaparecido ex Intendente y ex ministro de Transporte Mario Meoni ocurrió en 2021 y a partir de allí, comenzaron los “reacomodamientos” en las distintas facciones de la hinchada.

Uno de ellos terminó en tragedia. En marzo del 2023, es decir dos meses antes de las elecciones que reeligieron a Chiófalo, una pelea entre sectores de la hinchada se cobró un muerto, al confundir a un pibe que viajaba con su familia, con otro a quien buscaban por viejas deudas de la hinchada. Hubo funcionarios de Petrecca que apuntaron por lo bajo a los dirigentes Sarmientistas y su incapacidad para desactivar los problemas que se originaron en el tablón y que terminaron con la vida de un inocente en las calles de Junín.

Desde la ausencia de Panero, otros sectores ocuparon su lugar y las cosas empezaron a cambiar y al día de hoy no se terminan por acomodar. La irrupción de un grupo ligado a los Farías, (identificado con el gremio Camioneros) sigue siendo un tercero en discordia que aún reclama ‘su lugar’ en el Cemento.

También en 2021, pero a fines de abril, Sarmiento y Chiófalo sufrieron una pérdida enorme: La muerte de Mario Meoni. El ex Intendente y ex Ministro de transporte de la Nación era un gran fanático de Sarmiento, un habitual concurrente a cada inicio de temporada y uno de los que participó en cada inauguración, como la del predio de Alto Rendimiento Deportivo en 2019. Dispuesto a gestionar, colaboró con el club hasta sus últimos días: Poco antes del fatal accidente ayudó al gestionar un flamante ómnibus para el traslado del plantel profesional. En la despedida, el cortejo ingresó al estadio y Chiófalo, conmocionado, depositó una camiseta en el féretro que llevaba sus restos.

Pasaron casi 20 años de su asunción en el Verde de Junín. En este tiempo, ‘Coquito’ lidió con la muerte de viejos amigos y las renuncias de laderos insustituibles. Pero como la vida también es cambio, el multifacético empresario decidió diversificar sus unidades de negocios, incursionando en el negocio de la noche y el entretenimiento y también en el mundo de la ropa.

Así, Chiófalo pasa sus días a mil: De la empresa al club, del club a los viajes, gestiones, contratos, negociaciones, vínculos con grupos empresarios que llevan y traen jugadores, y aunque sabe que puso al club de sus amores en la elite del fútbol argentino, no logró sortear las viejas críticas internas, que le siguen cuestionando los mismos manejos personalistas de hace años.

Desde la semana pasada,y  para tratar de enderezar el presente torcido de resultados, confirmó la contratación de Javier Sanguinetti para reemplazar el interinato de Martín Funes, una decisión que enojó a muchos hinchas. Es que el DT de reserva solo pudo estar al frente del plantel 4 partidos (2 empates, 2 derrotas), después de 17 años en el club.

"¿Y la oportunidad para cuándo? Tenían la chance de dejar que demuestre lo que puede hacer en estos partidos, con los descensos ya eliminados… Viendo como jugó el equipo, se merecía claramente una oportunidad, una lástima que no sepan valorar lo que hay en el club…" posteó un usuario, y que dejó claro el sentir de la tribuna pero también, como Chiófalo toma decisiones.

Hoy, en los pasillos del Eva Perón hay quienes aventuran que Coquito ‘tuvo mucho desgaste’ y que ahora, sin sus escuderos principales, perdió gran parte de la fuerza que tuvo en estos años de recorrido. Su mandato vence en junio 2025. Algunos anticipan que será el último; otros, por el contrario, sospechan que llegado el caso, aparecerá un nuevo operativo clamor y de aguante, si lo deportivo no levanta.

El hombre que llegó al Verde en 2005, se quedó sin escuderos, se verá si es verdad lo que algunos apuntan, que también con menos fuerza para seguir al frente de este sueño del Verde en primera.

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