LOCALES | 11 dic 2024
OBRAS A LA CARTA
Las prioridades según Pablo
El jefe comunal atiende a la carta. Apareció un lomo de burro en Barrio Jardín, el primero en zona de quintas de Junín. Mientras el caos sigue a la orden del día en las calles de la ciudad, Petrecca puso el ojo en Las Begonias, una cuadra antes del autódromo.
Tal vez porque llega fin de año o porque recibió una millonada de pesos de Provincia, Petrecca decidió 'intervenir' en la ciudad, es decir, empezar con alguna obra y que se note. Porque hasta ahora, la escasez del gobierno libertario hizo que se las viera en figurillas para dibujar la nada misma y por eso improvisó cuanto pudo para quedar como 'un funcionario que funciona'.
Con quejas al recorte, Petrecca se las ingenió para seguir adelante y en esa línea inauguró cualquier cosa: Cortó las cintas de un semáforo y su senda peatonal, posó junto a un árbol que pidió una vecina, después estrenó un tótem de seguridad, algunas columnas de luz en el parque Borchex y culminó con un par de cuadras de cordón cuneta y pavimento.
En ese listado de obras para el bronce, el estadista de Junín se dio el gusto esta semana de contar que se terminó el espigón, reconstruyeron el pórtico de acceso a la laguna que pensaban destruir y agregaron nuevas parrillas y más luces en el parque natural, como si fuera suficiente para festejar su centenario.
Es lo que hay y no se le pueden pedir peras al olmo. Conviene recordar que en este tiempo, y ante este panorama, Petrecca también se sumó a las alegrías ajenas. En esta línea, 'acompañó’ la apertura de un espacio comercial en cercanías del barrio cerrado Costa Verde, antes lo había hecho con una carnicería y también con un pelotero. En todas estas inauguraciones posó para las fotos junto a los emprendedores locales y mostró su entusiasmo a 'quienes apuestan por Junín'.
Mientras tanto, en medio de su espacio de felicidad, quedaron los reclamos de los mismos de siempre. En ese listado, algunos vecinos de barrios alejados, se siguen preguntando si viven en Junín y, cansados de reclamar ante números telefónicos que no solucionan nada y de llenar planillas que terminan en expedientes perdidos en despachos somnolientos, hicieron llegar sus quejas a SEMANARIO.
Algunas fueron del barrio La Merced, por ramas y basura amontonada de hace días y días, que parece se recolectan a veces, pero pocas veces y también por el estado de sus calles, que cada vez que caen tres o cuatro gotas, conviene tener un bote y olvidarse del auto. Y si se les ocurre pedir una máquina para tapar pozos y nivelar las calles, cuentan que prefieron sentarse a rezar a que el milagro finalmente se produzca.
Pero entre los reclamos, hubo una que llamó la atención a los vecinos del barrio Jardín, donde por alguna extraña razón, desde la comuna petrequista decidieron 'intervenir' calle Las Begonias, a una cuadra del autódromo Eusebio Marcilla, es decir casi llegando a la laguna, con un desafiante lomo de burro, el único en zona de quintas de Junín.
Extraño proceder del gobierno local, que no repone los conos de seguridad, ni las tachas en las esquinas, ni repinta sendas peatonales ni emprende una seria campaña para atender el caótico tránsito juninense, pero que pone la lupa en una perdida calle de tierra, con un poderoso reductor de velocidad, en un lugar que a priori, no lo precisa.
Pero, quedó visto, en cuestión de prioridades, Petrecca no hace caso a las necesidades, sino que atiende según otros criterios. Lo demostró con Mostaza, a quien le cedió un lote en el barrio Respuela, le construyó cordón cuneta, pavimento, luces led en colectora y hasta una rotonda al margen de la ley, que Vialidad decidió clausurar.
Visto estos antecedentes, no es extraño que decida un reductor en un lugar que tal vez 'alguien pidió' sin importar otras cuestiones. Es una muestra más de la improvisación de la gestión del jefe PRO que conlleva un problema adicional. Debería tener que ver con el mejor uso de la imaginación y los recursos para gestionar un municipio de ciento y pico mil de habitantes, que aspira a ser un imán regional y cuyas obras debieran ir en ese sentido.
Bueno, no. Debería no está ni parece que va a venir, y lo que se debe son las obras necesarias y con criterio, aunque sobren las promesas.