En una mañana que quedará marcada por la violencia en la ciudad, una discusión vecinal en el barrio Güemes derivó en un brutal enfrentamiento que dejó a un hombre y una mujer gravemente heridos. La disputa, aparentemente originada por la posesión de un terreno en inmediaciones de las calles Intendente Biscayart y Deán Funes, escaló hasta convertirse en una trágica escena de agresiones, amenazas y fuego.

El conflicto comenzó cuando integrantes de dos familias, con antecedentes de tensiones en la zona, se habrían enfrentado en una acalorada discusión. Según testigos, la situación se tornó violenta rápidamente, con el uso de armas blancas y golpes que causaron severas lesiones a las víctimas.

Así, un hombre de 35 años sufrió una herida cortante en el brazo izquierdo, mientras que su pareja, de 40 años, habría presentado una fractura en el brazo derecho y una lesión profunda en la pierna. Ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos San José, donde permanecen fuera de peligro pero bajo observación médica.

Además de las lesiones físicas, el enfrentamiento dejó daños materiales significativos. Una vivienda precaria cercana al lugar de la disputa fue incendiada, aunque el fuego fue controlado por bomberos voluntarios antes de que se extendiera a otras construcciones. Vecinos relatan que las amenazas entre las familias involucradas no son nuevas y que el conflicto lleva meses escalando, con episodios previos de abuso de armas y enfrentamientos verbales.

Fuentes oficiales confirmaron que ambas víctimas se encontraban bajo los efectos del alcohol al momento del incidente, lo que podría haber contribuido a la intensidad del altercado. Sin embargo, el trasfondo del conflicto parece ser más profundo y apunta a un largo historial de disputas territoriales en la zona.

La Unidad Funcional de Instrucción N° 7 de Pergamino, a cargo del fiscal Fernando Delío, ya tomó intervención en el caso. La policía local trabaja para identificar a los responsables directos de las agresiones, quienes, según las víctimas, pertenecerían a un conocido grupo familiar de la zona.

Se espera que nuevos testimonios y peritajes permitan esclarecer los hechos en los próximos días. Mientras tanto, los vecinos de barrio Güemes viven con el temor de que los episodios de violencia se repitan, marcando un fin de año teñido de sangre y tensión.