HUMOR POLÍTICO | 5 ene 2025
PÁGINA AMARILLA
Alexia convive en dos mundos: el de sus dichos y el de la realidad
No de ahora, sino desde mucho tiempo: promete una vida mejor y ni se preocupa por reactivar sus 149 posadas abandonadas, habla de modernizar su circunvalación y tiene en el abandono total sus colectoras, no levanta un dedo para acomodar el desquicio de las rutas de Desquiziuz que cruzan el pago como si fuera otro mundo, dejando a sus súbditos a la buena de Dios. PetrEGO a full. Te contamos LO QUE NO HICIMOS ESTA SEMANA
Por: Redacción Semanario de Junín
PÁGINA DE HUMOR PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 443 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 4 AL 10 DE ENERO DE 2025
Alexia prendió el turbo y despidió el 2024 tirando el reino por la ventana. Bueno, desde el pico, a puro anuncio y varias promesas.
Dijo que su zona logística va viento en popa, que la terminal de caballos interminable no solo será terminada sino que agregará shopping y un paseo ribereño al costado del canal del salado del reino, que le pondrá foquitos a la pista de pájaros de plata, que hará del balneario real una villa turística entre varios augurios más.
Sin elecciones a la vista, Alexia actuó como si hubiera y los primerió a todos. Les marcó -otra vez- la agenda no solo a los sialexistas, sino a sus opositores, que parecen seguir durmiendo una siesta interminable.
Porque en el reino pasan otras cosas, alejadas de los dichos del jefe amarillo, pero nadie se entera de nada. En la agenda de Alexia sobran los anuncios, abunda el cotillón y falta la acción. Porque desde que instauró la venta de sus palabras, la zanahoria le dio tanto resultado, que con la nada misma, le sobró para pasarle el trapo a todos los demás.
Y esto no habla bien de Alexia, sino que habla muy mal de todos los demás. Porque ahora que llegó fin de año y todos levantaron sus copas, no hubo ni uno que se haya animado a pegar cuatro gritos y proponer algo distinto. Al contrario, más de uno levantó la mano, acompañando lo que Alexia propuso, como si fuera el gurú del futuro.
El Reino de Alexia promete que tendrá shopping y más cemento y todavía tiene barrios que ni siquiera reciben una maquinada de mantenimiento; el monarca habla del futuro y sus senderos parecen del pasado; les regala terrenos a los amigos y hay miles de las afueras que penan por llegar a un pedacito de tierra.
En el reino de Alexia conviven dos mundos y no de ahora, sino desde mucho tiempo: El de sus dichos y el de la realidad, el que promete una vida mejor y el que ni se preocupa por reactivar sus 149 posadas abandonadas, el que habla de modernizar su circunvalación y tiene en el abandono total sus colectoras, el que no levanta un dedo para acomodar el desquicio de las rutas de Desquiziuz que cruzan el pago como si fuera otro mundo, dejando a sus súbditos a la buena de Dios.
Alexia cerró el 2024 de manera inmejorable. Haciendo nada y prometiendo lo mismo de siempre, contando que con él la vida será una maravilla. A su lado, un montón de tibios, apáticose indiferentes le aplaudieron la zoncera.
En este 2024 que se fue, quedó claro por qué en el reino de Alexia, el fulano sigue revoleando la capa, riéndose de todos. Porque hay muchos a quienes dicen les importa poco y nada lo que pasa en el pago. En el medio de esta casta que se da la gran vida, los de las afueras, resignados, celebraron otro año que se fue, y sufriendo el que vendrá.
PetrEgo
PetrEgo se deleitó otro año más en el poder, haciendo lo mismo que hizo el año pasado, y el anterior, y el anterior. Festejó un nuevo aniversario de Ciudad Fría con los mismos puestos de artesanías de todos los fines de semana y artistas locales en el escenario.
A tono con su gestión, es decir, con mucho ruido y pocas nueces, el jefe comunal se golpeó el pecho por la alegría cercana al bicentenario, imaginando una ciudad del futuro, mientras a su lado, cualquiera podía ver las peores postales de su pasado.
PetrEgo ignoró que cerca de ese festejo, a pocas cuadras, el paso a nivel de Rivadavia sigue cortado, las calles rotas, el empedrado en malas condiciones y la mugre se acumula en los barrios por días, esperando ser levantada. Que la terminal de ómnibus se cae a pedazos y que ni siquiera los (asquerosos) baños estaban abiertos.
Ajeno a esta realidad, PetrEgo habló de la maravilla por venir. ¿Dónde van a parar los fondos que se recaudan por tasas municipales cada mes? ¿Y por tasa complementaria de seguridad? ¿Y por la tasa de combustible, de la cual Junín es unos de los pocos municipios en la provincia que la percibe?
PetrEgo se queja por la falta de dinero, pero no es verdad. Hay, y mucha, si él mismo elevó al Concejo Deliberante un Presupuesto de $48 mil millones con un aumento del 28% en tasas para el 2025. (¿Y dice que no puede pagar 30 millones/mes para abrir la nueva terminal???)
Con ese dineral, sería suficiente para que, si lo administra eficientemente, los habitantes de Ciudad Fría no penaran por las vicisitudes de un presidente que prioriza la motosierra antes que el bienestar del pueblo.
Como todo en la vida, se trata de decisiones, y desde hace mucho tiempo PetrEgo prioriza la facilitación de negocios privados a la concreción de obras que beneficien a todos.
Como muestra basta un botón, en una ciudad poblada por decenas de miles de obreros y empleados que sueñan con tener su terreno o vivienda propia, en nueve años de gestión, no construyó ni una sola vivienda, más aun, ni siquiera terminó las comenzadas en gestiones anteriores; y los terrenos municipales prefiere otorgárselos a empresas como Mostaza.
Es el modelo PetrEgo, el que festeja el cierre de año a pura pompa, celebrando ‘el avance’ de su modelo de ciudad, sin importarle que cada día la atrase un poco más.
Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana
*) Impulsar la cesión de los terrenos ferroviarios para armarle algo a tío Mingri, lo tenemos ocupado en otras cuestiones.
*) Terminar de completar los 4 palos que dejamos a la vista en el parque Borchex ¿Qué íbamos a hacer ahí? Ah, unas pérgolas o algo así.
*) Seguir modernizando la nueva Villa Turística. Ya le pusimos un par de reposeras… y cortamos el pasto.
*) Controlar la salida de los descontrolados que salen de los boliches de circunvalación. Los vecinos también viven en la misma ciudad.
*) Poner los cartelitos indicadores en los barrios alejados. Prometemos hacerlo en el 2025. Enero no, vacaciones, ¿febrero? Mmm. Marzo, tal vez. O Mayo. Vamos viendo.
*) Inaugurar la terminal interminable. Jijiji. Otro año más, y van… Capaz que en el 2025 les damos una sorpresita.