miércoles 12 de febrero de 2025

INTERNACIONALES | 30 ene 2025

NO HAY SOBREVIVIENTES

Cómo fue el choque del avión de pasajeros con el helicóptero militar en Washington DC

La investigación del accidente recién comienza. Los datos básicos que ya se conocen permitirán a los expertos determinar las causas de la peor tragedia aérea en Estados Unidos desde noviembre de 2001


Un avión de American Eagle, subsidiaria de American Airlines, con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo chocó este miércoles con un helicóptero del ejército durante el aterrizaje en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cerca de Washington, lo que provocó una gran operación de búsqueda y rescate en el cercano río Potomac.

Según las autoridades, no se espera que haya sobrevivientes, pero la cifra exacta de víctimas mortales no estaba clara aún. En el avión viajaban 64 personas y a bordo del helicóptero había tres soldados, de acuerdo con un oficial del ejército.

Por el momento no se reportó la causa del choque, pero todos los despegues y aterrizajes desde el aeropuerto quedaron suspendidos mientras equipos de buzos rastreaban el lugar y helicópteros de agencias policiales de toda la región sobrevolaban la zona en una metódica búsqueda de cadáveres.

Las imágenes del río mostraban a barcos alrededor del ala parcialmente sumergida y de lo que parecían ser los restos destrozados del fuselaje del avión.

“Vamos a recuperar a nuestros conciudadanos”, dijo la alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, en una sombría conferencia de prensa en el aeropuerto el jueves por la mañana. La regidora se negó a comentar cuántos cuerpos se habían recuperado.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que había sido “informado completamente sobre este terrible accidente” y, refiriéndose a los pasajeros, agregó: “Que Dios bendiga sus almas”. Entre los pasajeros del vuelo había un grupo de patinadores artísticos, sus entrenadores y familiares, que regresaban de un campamento luego del Campeonato Nacional de Patinaje Artístico celebrado en Wichita.

Los datos básicos de la investigación

La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) indicó que el choque en pleno vuelo ocurrió antes de las 9 de la noche, cuando un avión que había despegado de Wichita, Kansas, se estrelló contra un helicóptero militar que realizaba un vuelo de formación, mientras se aproximaba a una pista del aeropuerto. El siniestro se produjo en uno de los espacios aéreos más controlados y vigilados del mundo, a poco más de 4,8 kilómetros (3 millas) al sur de la Casa Blanca y el Capitolio.

Los investigadores intentarán reconstruir los últimos momentos de las aeronaves antes de su colisión, incluido el contacto con los controladores de tráfico aéreo, así como la pérdida de altitud del avión comercial.

El vuelo 5342 de American Airlines se dirigía hacia el Reagan National a una altitud de aproximadamente 121 metros (400 pies) y una velocidad de unos 225 kilómetros por hora (140 millas por hora) cuando sufrió una rápida pérdida de altitud sobre el río Potomac, según datos de su transpondedor de radio. El jet bimotor Bombardier CRJ-701 fue fabricado en Canadá en 2004 y puede configurarse para llevar hasta 70 pasajeros.

Unos minutos antes del aterrizaje, los controladores aéreos preguntaron al vuelo de AA si podía aterrizar en la pista más corta, la 33, del Reagan National, y los pilotos aceptaron. Entonces, los controladores autorizaron el aterrizaje. Según las webs de seguimiento de vuelos, la aeronave ajustó su aproximación a la nueva pista.

Menos de 30 segundos antes del choque, un controlador de tráfico aéreo le preguntó al helicóptero si tenía a la vista al avión. El controlador hizo otra llamada por radio al helicóptero momentos después: “PAT 25 pase detrás del CRJ”. Segundos después, los dos aparatos chocaron.

El transpondedor de radio del avión dejó de transmitir a unos 730 metros (2.400 pies) antes de la pista, aproximadamente en la mitad del río.

Un video de una cámara de observación en el cercano Centro Kennedy mostró dos conjuntos de luces similares a las de aeronaves que parecían unirse en una bola de fuego.

El choque se produjo en una cálida noche de invierno en Washington, con temperaturas que alcanzaron los 15,5º Celsius (60º Fahrenheit), después de una ola de intenso frío y hielo días antes. El miércoles, la temperatura del río Potomac era de 2,2º C (36º F), de acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. El Servicio Meteorológico Nacional prevía ráfagas de viento de hasta 40 kilómetros/hora (25 millas por hora) en la zona durante la noche.

El director general de American Airlines, Robert Isom, expresó “profundo dolor” por el choque y dijo que la compañía está centrada en las necesidades de los pasajeros, la tripulación, los equipos de emergencias y las familias de los afectados.

En el lugar del siniestro había alrededor de 300 efectivos de emergencias. Se lanzaron balsas inflables de rescate al río Potomac desde un punto a lo largo de la autopista George Washington, justo al norte del aeropuerto, y los equipos de emergencias instalaron torres de luz desde la orilla para iluminar la zona próxima al lugar del impacto. Al menos media docena de embarcaciones peinaban el agua con luces.

El incidente recordó al choque de un vuelo de Air Florida que se precipitó en el Potomac el 13 de enero de 1982, en el que murieron 78 personas. Ese incidente se atribuyó al mal tiempo.

El último accidente de mayor magnitud al de anoche ocurrió el 12 de noviembre de 2001, cuando un avión de American Airlines se estrelló en Nueva York, dejando 260 muertos.

Ese vuelo, el AA 587, cayó en el barrio de Belle Harbor, Queens, apenas dos meses después de los atentados del 11 de septiembre. Aunque inicialmente se temió que fuera un acto de sabotaje, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) descartó esa posibilidad. Con 260 víctimas en la aeronave y cinco en tierra, sigue siendo el accidente de un solo avión con más fallecidos en la historia del país.

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