Desde hace semanas se van haciendo cada vez más relevantes los rumores respecto al manejo irregular de algunas cuestiones relacionadas con la fuerza policial de Junín.

En grupos de whatsapp de efectivos y en redes sociales, se hace mención al atropello contra los subalternos que, por decisión de los jefes, estarían obligados a dejarles un “diezmo” (10%) por los adicionales y otros ingresos extras.

Esto estaría generando un estado de desconfianza y falta de apoyo que sin dudas resiente al trabajo de la fuerza que muestra fisuras e incrementa la inseguridad en el distrito. Del mismo modo se han oído quejas relacionadas con los vales de combustible destinados a los patrulleros.

Muchos de los vehículos se encuentran fuera de servicio, pero el hecho no ha sido informado, motivo por el cual el presunto negociado cierra por todos lados.

Las denuncias hasta el momento anónimas y sin que hayan sido tenidas en cuenta por la justicia a modo de oficio, indican que los implicados serían los jefes de las principales comisarías de Junín que, por otra parte, apenas llevan a cabo un trabajo de regular a malo, en el combate del delito en el distrito.

El Comisario Inspector Pablo Fernández quedó en el centro de la polémica luego de expresar que "no tiene efectivos". A la denuncia del  Jefe de la Departamental de Junín Buenos Aires le respondieron que “SI” tiene efectivos, "solo que les cobra un porcentaje de su sueldo a muchos efectivos para que no cumplan sus funciones policiales y por eso muchos efectivos terminan recargando".

Una denuncia anónima apuntó que la jefatura "da adicionales y cobra el 10% del mismo. Las horas (cores) la mayoría se la anotan para los jefes. Los vales de combustible son designados para los móviles aunque hay varios rotos y no los radian de servicio para facturar y hay varios efectivos que se encuentran de carpeta debido a que ya no aguantan más estas injusticias".

En la misiva anónima, pidieron que se investigue esta situación que involucraría a otros altos funcionarios policiales de Junín, como el caso de una mujer policía que "recauda para la corona" en el Hospital General de Agudos de Junín, de apellido Ochoa, que recibe "ofrendas" a pedido de ella de subalternos y compañeros, para ceder lugares de trabajo, horas, vacaciones y otros negociados.