

Por: Redacción Semanario de Junín
PÁGINA DE HUMOR PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA Y EDICIÓN DIGITAL Nº 453 DE SEMANARIO DE JUNÍN. SEMANA DEL 15 AL 21 DE MARZO DE 2025.
Al volver de su descanso en aguas cristalinas, Alexia se topó con la realidad y cambió la calidez de su viaje por las aguas barrosas de las afueras del pago.
Contrariado, pero empujado por la realidad, no le quedó otra que chapotear un poco en el mejunje, simulado preocupación con quienes hacía días reclamaban algún tipo de asistencia. Hizo lo mismo que otras veces. Llegó con cara compungida, acompañado de Gran Cuñado, posó para los retratadores del Palacio y partió raudo, con sus promesas a otro lado.
En el reino pasó lo que se sabía iba a pasar. Llovió de lo lindo y los senderos se convirtieron en lodazales, los yuyos invadieron lo que no se cortó, y las críticas se multiplicaron mientras él revoleaba su capa, contando que estaba ahí para asistirlos.
Nunca, en todo su reinado, Alexia practicó la prevención, por el contrario, su método fue el post. Cuanto peor, mejor, más retratos, más quejas y más promesas. De ahí que el reino arrastre viejos problemas, las mismas promesas y nunca lleguen las soluciones.
Eso sí, tras cada lluvia, sale presto a desparramar caballos, máquinas y palabras elogiosas para su ‘equipo de trabajo’ y para los abnegados posadeños que soportan las condiciones climáticas de un tiempo que llegó para quedarse.
Nada dice de aquello que no hace y que evitaría millones de acres, y situaciones angustiantes. Alexia es un monarca que trabaja en la imprevisión, solo en la urgencia y ante la necesidad.
Lejos está de su tarea, la planificación, las labores previas preventivas, las acciones tendientes a evitar que estos hechos se repitan. Es que, de hacerlo, perdería parte de su capital. Nada mejor que tener sufrientes, para repetir acciones que le reditúan a favor.
Alexia sabe que le falta poco para entregar su reino, y por eso ya empezó a recorrerlo con Gran Cuñado y en modo candidato. Es el elegido, el que posa para las fotos, habla poco y repite los gestos y acciones de su jefe.
Es un aprendiz del modelo amarillo. Exitoso para ellos, el mismo que mantiene en el barro a los demás, contando que todo lo que pasa es culpa ajena, porque ellos hacen todo lo que pueden, aunque por lo visto, no pueden ni quieren.
Son parcos de palabras y de acciones, pero son rápidos como liebres a la hora de encontrar la forma de hacer poco, dibujarla lindo y asegurarse una buena vida.
Como dice el dicho, en un país de ciegos, estos tuertos son auténticos reyes. Con nada, consiguieron todo.
PetrEgo
PetrEgo no es muy ducho en sus discursos y no es ninguna novedad. Ha metido la pata en numerosas ocasiones y si bien, con los años mejoró, sigue sin tener el tacto que cualquier funcionario público adquiere enseguida, con el ejercicio del poder.
Bueno, tampoco le importa demasiado, porque con su nada misma le alcanzó para estar donde está, aunque hay veces que da vergüencita ajena. Esta vez se la mandó feo y hasta el fondo. Acostumbrado a dejar en el barro a los habitantes de Ciudad Fría, ahora les deseó lo peor a los bahienses, que continúan sufriendo las consecuencias del temporal trágico que dejó 16 muertos, millonarias pérdidas materiales y a miles y miles sin nada más que lo puesto.
En la apertura de sesiones del año legislativo, al hacer referencia sobre la trágica inundación en Bahía Blanca expresó su solidaridad con la desafortunada frase: "Ojalá salgan a flote".
No es ninguna novedad. Después de todo, la empatía no es el fuerte de PetrEgo, que con esto no hizo otra cosa que reafirmar todo lo que hace. O acaso sus acciones van en beneficio de una mayoría.
Como sea, con las mismas promesas de años anteriores, abrió el año legislativo, propuso nuevas zanahorias, y lo de años anteriores: foquitos, cordón cuneta, y otras menudencias por el estilo. Sí, para una ciudad que pintaba para ser polo regional, los anuncios fueron bien al estilo patrón de estancia.
Curiosa forma la de PetrEgo. Habló del futuro y sigue anclado en el pasado. Y no es de pesimista, alcanza con sacar la nariz por la ventana y ver cómo la ciudad del futuro va cada día un poco más para atrás, pese a los buenos augurios.
Te contamos TODO LO QUE NO HICIMOS esta semana
*) Reparar calle Lartigau entre el canal del Salado y la Circunvalación. Es una calle que parece cualquier cosa, menos calle.
*) Repintar la señalética de la ciudad. En los barrios, en el centro no, en los barrios!
*) Acordarse de mandar una maquinita a las calles de tierra. Sí, también quedan en Junín.
*) Aprovechar que paró la lluvia para realizar limpieza de desagües, canales y canaletas. Ah, ¿Mejor esperamos la próxima tormenta?
*) No abrimos la terminal terminada, tampoco podemos iluminar la pista del aeródromo pero por ahí nos creen que vamos a iluminar toda la circunvalación y el camino al parque natural. Jijijijji
*) Un viajecito a CABA. Es que vamos viendo dónde nos conviene estar…si con Mauri, o con….