

Las dos protestas que los vecinos de Conesa, un pueblo de 3500 habitantes que pertenece al Partido de San Nicolás, contra los recortes del municipio en salud surtieron efecto y la localidad recuperará las guardias médicas de los fines de semana.
A la novedad, se suma la promesa de devolver el servicio de ambulancias – sería desde el próximo viernes- luego que el servicio fuera quitado, de manera intempestiva, y la localidad ubicada a 35 km de la ciudad cabecera dependiera de un unidad ubicada en General Rojo.
“Anoche avisó el médico diciendo que nuevamente lo habían reincorporado a hacer las guardias los fines de semana” contó a INFOCIELO Celia Kappes, una de las vecinas que participó de los reclamos.
Recordó que la quita de los servicios por parte de la gestión que comanda el intendente Santiago Passaglia (Pro- libertario) “fue de sopetón” y explicó que “cuando el pueblo se enteró, se hicieron dos manifestaciones pacíficas.
“La segunda manifestación se hizo ayer – lunes- a las 5 de la tarde y ya para las 8 de la noche teníamos noticias de que estaban reincorporados el personal” indicó.
“Esto recién empieza” afirman los vecinos de Conesa Consultada sobre la conformidad o no con lo ofrecido por el municipio, la vecina de Conesa afirmó que esto “recién comienza” y se refirió al petitorio entregado al Municipio y al Concejo Deliberante.
Entre los puntos exigidos se incluyen guardias médicas durante las 24 horas y los siete días de la semana y un mayor número de médicos y enfermeros: “Tenemos la ayuda del médico, que como al ser un pueblo grande, al tener tantos integrantes, que un solo médico como el que está en un pueblo no alcanza para todo el pueblo” señaló Celia Kappes.
“Estamos pidiendo cosas, estamos pidiendo medicamentos, porque hay un pediatra, hay un dentista, hay un médico clínico y no hay insumos” advirtió. También exigieron el arreglo del aparato de radiología que se encuentra en el centro de salud.
“Con la salud de la gente no se puede jugar”
Para los vecinos de Conesa, la restitución de los servicios de salud fue un primer paso para decirle basta a los recortes del municipio en la localidad.
“Acá empezó con el Registro Civil. Después privatizó el cementerio, nos quitaron personal de seguridad, sacó la loma de burro, los cortes de tránsito que hacía la policía para que crucen los chicos de la escuela al otro barrio por la ruta” recordó.
Pero consideró que la motosierra en materia de salud fue un límite: “Lo que le quedaba era esto, la Sala de salud. Intentó sacarla pero con la salud de la gente no se puede jugar” remarcó.