

Por: Redacción Semanario de Junín
Leila Guerriero ganó el Premio de la Critica con su libro de no ficción La llamada. Como ya es tradición, un día después de la inauguración formal de la Feria Internacional del libro, se reúne el jurado de la crítica integrado por periodistas culturales de diferentes medios para premiar el mejor el libro de autor argentino y edición argentina.
El libro de Leila Guerriero se trata de un largo perfil de Silvia Labayru quien el 29 de diciembre de 1976 fue secuestrada por un grupo de tareas y llevada a La ESMA. Silvia tenía entonces 20 años y estaba embarazada. El parto se realizó sobre una mesa de ese centro clandestino de exterminio y la niña nacida en cautiverio fue entregada poco después a sus abuelos, La llamada es un testimonio de las cosas siniestras, más allá de las torturas.
Sivia que pertenecía al área de Inteligencia fue torturada, pero luego a algún jefe de ese lugar se le ocurrió que debía ser “recuperada” como si la militancia fuera una enfermedad. Perteneció a un grupo de secuestrados que hacía trabajo esclavo para sus captores y en esas circunstancia le tocó tener contacto con “El Tigre” Acosta y con Alfredo Astiz.
“Astiz estaba bastante hechizado por Silvia. Evidentemente, no quería que la mataran. Incluso cuando ella le dice que quiere que la trasladen -el “traslado” era el vuelo de la muerte de los miércoles-, él le dice “basta, no vuelvas a decir esa palabra”.
El azar jugó un papel fundamental en la liberación de Silvia. En este caso se trató de una llamada realizada por sus captores al padre de Silvia. “Quiero hablarle de su hija” dijo y el padre, que había dado por muerta a su hija respondió con un insulto: “¡Montoneros hijos de puta! ¡Ustedes son los responsables morales de la muerte de mi hija! ¡Los voy a cagar a tiros!”
Sus captores entendieron que el padre de Silvia compartía algo de su ideología y eso facilitó su salida.
Como explica la editorial del libro, Anagrama, en su página web: “En la ESMA, Labayru fue torturada, obligada a realizar trabajo esclavo, violada reiteradamente por un oficial y forzada a representar el papel de hermana de Alfredo Astiz, un miembro de la Armada que se había infiltrado en la organización Madres de Plaza de Mayo, un operativo que terminó con tres Madres y dos monjas francesas desaparecidas“.
La historia no termina allí: en 1978, Labayru es liberada y parte hacia Madrid. “Pero el infierno -dice la editorial- no había terminado. Los argentinos en el exilio la repudiaron, acusándola de traidora a raíz de la desaparición de las Madres".
Ese es el personaje cuya historia reconstruye Guerriero, la periodista nacida en Junín en 1967, que tiene publicados libros como Los suicidas del fin del mundo, Cuba en la encrucijada, Opus Gelber y La dificultad del fantasma. Truman Capote en la Costa Brava.
La llamada recibió, antes que el de la Crítica en la Feria del Libro de Buenos Aires, el Premio Zenda de Narrativa 2023-2024. El libro tuvo una gran acogida en la Argentina, pero también en España.
“Me interesé muchísimo por la historia. El interés surgió cuando leí una nota de Marina Carbajal en Página 12 que resumía muy bien las singularidades de Silvia.
El que hizo el contacto fue Dani Yako. Diría que fue él quien tuvo ojo de editor. Me dijo: “¿leíste la historia de mi amiga Silvia”? contó. “A mí toda la vida me va a importar la vida de ella”, dijo la cronista.
“Me encontré con su historia gracias a Dani Yako, que es la persona que fue el primer motor inmóvil, digamos. Él es un gran fotógrafo y fue durante muchísimos años editor de fotos de Clarín. Es decir, tiene una mirada de editor también y fue él el que me preguntó si me interesaba ponerme en contacto con su gran amiga Silvia. Dani es mi amigo, lo quiero muchísimo y lo respeto muchísimo también como fotógrafo. Pero Dani es amigo intimísimo de Silvia desde hace 40 años, desde que los dos estudiaban el Colegio Nacional. Con ese gesto se estaba jugando algo muy grande, porque ya sabemos lo que pasa con nosotros: la gente puede no sentirse reconocida o respetada, o puede, no sé, incomodarse. Y Daniel podía perder no una, sino dos amigas a la vez”.
Pero no pasó: se encontraron, se conocieron, Leila supo que “a la historia dura de Silvia siguió una vida muy, muy potente, muy llena de amigos, muy llena de cosas buenas con otro hijo más, David, al que tuvo como ella quería tenerlo, en una clínica, no en un campo de concentración.”
Hablaron, mucho, unas setenta entrevistas de las noventa y siete que requirió el libro. Y Dani Yako, el fotógrafo, no perdió ninguna amiga: “Yo estoy muy contenta de que al libro le vaya bien, por supuesto. Ha sido algo bastante inesperado. Pero para mí la verdadera contabilidad es el llamado que tuvimos con Silvia Labayru después de que se publicó el libro. Hablamos dos horas por teléfono y esa llamada para mí fue la paga principal. Silvia me dijo que se había sentido muy respetada e incluso por momentos se había reído mucho. ‘Me has pillado’”, me dijo.!
A las dos semanas de publicado el libro en España -enero de 2024- tuvieron que encargar una reimpresión. Que ya lleva como quince. Y que ahora se está haciendo otra, de veinte mil ejemplares.
LEILA GUERRIERO Y EL PREMIO DE LA CRÍTICA
Desde que el Premio de la crítica fue instaurado en 1992 lo ganaron sucesivamente Eduardo Belgrano Raws, Andrés Rivera, Jorge Calvetti, María Ester de Miguel, Olga Orozco, Beatriz Sarlo, Isidoro Blaisten, María Esther Vázquez, Héctor Tizón, la juninense Sylvia Iparraguirre, (en 1999 por su obra La tierra del fuego), Eduardo Mignona, Juan José Saer, Juaquín Gianuzzi, Griselda Gambaro, Juan Gelman. Abelardo Castillo, David Viñas, Hugo Padeletti, Oscar Terán, Diana Bellesi, Hebe Uhart, Marcelo Cohen, Tamara Kamenszain, Elvio Gandolfo, Mauricio Kartun, Carlos Gamerro, María Moreno, José Emilio Burucúa, Daniel Guebel, Eugenia Almada, Martín Kohan, Laura Ramos, Hernán Ronsino Guillermo Piro.
El Premio de la Crítica abarca todos lo género: novela, ensayo literario, investigación histórica, memorias, cuento, ensayo, crónica, dramaturgia, poesía. De esta forma colabora con la difusión de autores argentinos.
El premio de 800.000 pesos será entregado a Guerriero este sábado 3 de mayo en la sala Domingo Faustino Sarmiento a las 17:30 en el Pabellón Blanco.