viernes 20 de septiembre de 2024

LOCALES | 30 may 2019

Necesidades habitacionales

Desesperación por una vivienda en Junín

Luego de la protesta en la plaza, quedó al desnudo una problemática sin solución en la ciudad: la habitacional. Miles de familias que no pueden llegar a una casa propia a través de planes sociales, porque este gobierno nunca los tuvo.


Desde que se inauguraran las casi 500 viviendas del Plan Federal, con las últimas entregadas allá por fines del año 2010, no hubo más programas sociales para los vecinos de Junín, a pesar de la necesidad creciente en materia habitacional.

Con la crisis, la imposibilidad de pagar alquiler por los elevados costos y por muchas otras razones como la pérdida de trabajo o la devaluación de los salarios, en Junín quedó agravada la situación. Son miles de familias las que necesitarían tener acceso a su techo propio, pero no califican para créditos hipotecarios y el Estado no brinda alternativas: en el gobierno de Macri, no se lanzaron planes sociales para trabajadores.

En la ciudad, sólo estuvo la promesa de Pablo Petrecca de construir 50 viviendas, que según el presupuesto 2018, debían levantarse el año pasado. Pero pasó el tiempo y no se hizo ninguna casa. El proyecto derivó a sólo 26 unidades, que recién empiezan a levantarse.

Más allá de la entrega de terrenos y materiales para que los vecinos del barrio Los Perejiles pudieran dejar el asentamiento, el gobierno local no hizo nada más. Salvo desalojar la plaza con la policía al grupo que estuvo protestando por más de 45 días para obtener un predio fiscal a bajo costo.

La vivienda no es un tema que preocupe a Petrecca, alojado con su familia en la recientemente adquirida mansión de calle Italia. Mientras, decenas de familias juninenses deben hacinarse con familiares ante la imposibilidad de afrontar un alquiler, o construyen viviendas muy precarias sin servicios y con los peligros que conlleva, y hasta optan por usurpar, en los casos más desesperados. La devaluación del sueldo, la falta de trabajo, el aumento de las tarifas y la canasta básica, hacen que –sin ayuda desde el Estado- mucha gente no pueda ni siquiera soñar con su casa propia, a pesar de la desesperación. No hay programas nacionales o provinciales, y no hay gestiones desde el plano local.

La falta de políticas públicas tendientes a garantizar el acceso a la vivienda propia es un tema que fue analizado por el ex intendente Abel Miguel y la secretaria de SUTEBA, Francina Sierra.

 

SIN PLANIFICACIÓN

“No hay una verdadera posibilidad de acceso al hábitat, ni tampoco políticas públicas que planteen ningún tipo de alternativa”, señaló la dirigente gremial Francina Sierra, en declaraciones realizadas a Guiar.

“Vemos como se abandonan distintos sectores de la ciudad, las condiciones de accesibilidad a algunas escuelas están comprometidas por falta de obra e inversión pública, y de nuevo vemos una pobreza que se profundiza y resuena en la escuela”, remarcó.

En este marco, Sierra aseguró que “hay una evidente falta de planificación si nos preguntamos hacia donde se expande Junín, porque los vecinos no tenemos conocimiento de la planificación urbana pensada por el Gobierno de Cambiemos, si es que la tiene”.

“Lo que se puede observar es una expansión desequilibrada, que va llevando a los vecinos a instalarse en los márgenes o periferia urbana, pero que a su vez, no está acompañado de una apuesta real en expansión de servicios, de acceso al hábitat, a los espacios verdes, a la descentralización administrativa, a las actividades culturales, recreativa, deportiva, etc.”, analizó.

En este marco, ejemplificó: “La prueba cabal de esto, es nuestro propio barrio, el de nuestra Cooperativa de Viviendas “Coopteba”. Hasta el 2015 pudimos planificar y realizar obra pública de conjunto con el Municipio, llevando los servicios esenciales como el agua y las cloacas. A partir del cambio de Gobierno, esa iniciativa se cortó, y el resto de las obras las tuvimos que hacer en soledad. Incluso, sabiendo el municipio que lo que nosotros aportábamos no sólo beneficiaba a las 26 familias de nuestro barrio, sino a todos los vecinos de los alrededores. Mientras nosotros entendíamos que estábamos desarrollando viviendas sociales para los trabajadores de la educación, ellos nos pensaban con la lógica de barrio privado, y de esa manera, excusaron su corrimiento”.

“La expansión informal de Junín encuentra un límite, que es claramente económico por lo referido anteriormente, la falta de políticas públicas tendientes a garantizar el acceso a la vivienda propia”, subrayó la secretaria de SUTEBA.

 

FALTAN VIVIENDAS

“En Junín, no lo sé con exactitud, pero debe haber 5.000 familias que necesitan viviendas imperiosamente. En la gestión de Meoni se hicieron 500 viviendas en 12 años y se terminó ahí. En esta gestión hay que reconocer que se hicieron muy pocas en cuatro años”, dijo el ex intendente Abel Miguel, aliado político del actual jefe comunal.

En este marco, analizó que “se precisan créditos acorde a las posibilidades de la gente y sobre todo viviendas sociales a través de Instituto de la Vivienda, que era una herramienta extraordinaria que tenían las provincias, y que en la época del kirchnerismo prácticamente desaparecieron, en especial en Buenos Aires. Nosotros con ese sistema realizamos más de 3.000 viviendas y alrededor de 800 con el sistema de autoconstrucción”.

Abel Miguel fue contundente: “Hacen falta viviendas, porque además de solucionarle un problema grave a la gente, dan trabajo. Una de las falencias que tiene el país es que no hay un sistema de crédito al alcance de las personas, así que espero que esto pueda cambiar”.

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