En tiempos de crisis, la capacidad política para establecer prioridades es esencial. A pesar de la gravísima situación por la que atraviesan los vecinos de Junín y las múltiples necesidades en materia de obra pública, el gobierno de Pablo Petrecca insistirá con la concreción de las obras de reparación del espigón de la Laguna de Gómez.

Sin dudas, se trata de un elemento simbólico para el escaso turismo que atrae la ciudad e incluso un paseo tradicional para los propios juninenses. Pero sin dudas, también es una obra que podría postergarse para tiempos de mayor bonanza económica.

El espigón se encuentra clausurado desde el inicio de la gestión de Petrecca, ante peligro de derrumbe. Algo que al parecer, no afectó en mucho el movimiento turístico.

El secretario de Obras Públicas, Marcelo Balestrasse, confirmó ayer en declaraciones radiales que “por ahora las obras se postergan un tiempito”, porque según aseguró, su área está saturada de trabajo, en estos tiempos electorales. Estimó que demorarán alrededor de dos meses más para empezar a armar la licitación correspondiente, porque “el proyecto ya está listo y el préstamo también”.

Se trata de un préstamo de la Provincia de Buenos Aires, a través del BAPRO, que ya fue autorizado por el Concejo Deliberante, de 20 millones de pesos. Una importante suma que no fue pensada, por ejemplo, para el reacondicionamiento de la pista del Aeródromo Junín, que tendría muchas más utilidades para la sociedad que un lugar de paseo sobre el agua de la Laguna.

Según el proyecto ideado por el gobierno de Petrecca, con este crédito que la Provincia puso a disposición para obras de infraestructura en los municipios, se hará la reconstrucción del espigón en el Parque Natural Laguna de Gómez.

Al respecto, el mismo secretario del área había anunciado a mitad de año que “se armaría uno nuevo encima del existente. Estaríamos reparando un lugar emblemático de nuestra laguna que está clausurado por el peligro de derrumbe. El mayor deterioro es por debajo, hay desprendimiento de las capas de hormigón. El proyecto no modificará mucho la fisonomía, será más grande, porque se harán pilotes especiales y deberá trabajarse en el agua”.

Las tareas tendrían una duración de un año. Y seguramente costarán mucho más de 20 millones.