La movida antinepotismo en la función pública, que planteó días atrás el presidente Macri, y que replica la gobernadora Vidal en territorio bonaerense, sigue dando tela para cortar en Lincoln. Es que, luego del informe publicado por Semanario, donde se mostró la enorme cantidad de familiares del intendente Salvador Serenal, y de muchos de sus funcionarios, que integran el elenco municipal, el debate se instaló en las calles linqueñas.

 

Pero el intendente prefirió mostrar su perfil público en el alicaído carnaval, que cerró el fin de semana pasado con un record de público. Pero record de poca concurrencia: la desorganización mostrada, las malas decisiones relacionadas a la fiesta y el factor climático que hizo lo suyo, demostró que los más de 30 millones gastados por las arcas municipales, no alcanzaron para igualar, siquiera, el éxito de ediciones anteriores.

 

Serenal optó por el silencio oficial respecto a la parentela (que suma a su mujer y hermana, en la primera línea, entre muchos otros) que ubicó en estratégicos puestos políticos del Municipio. No hubo voces del ejecutivo que defendieran la decisión. Sólo la solitaria voz de la presidenta del Concejo Deliberante, Patricia Galinelli, quien emuló a Oscar Chévez e hizo recordar las polémicas defensas que supo hacer éste último en el deliberativo, durante la década anterior, respecto del caído en desgracia, el ex Intendente Fernández. Galinelli no tuvo problemas en fundamentar esta polémica decisión, acaso también impulsada por el nombramiento que le llegó a su pareja, el periodista Aimar Murialdo, quien está al frente de la OMIC desde hace poco tiempo.

 

Ahora, esta semana, con la presentación de la diputada linqueña Vanesa  Zuccari, el debate volverá a las calles linqueñas y sonará fuerte en el palacio comunal. La legisladora de la UCR, quien supo integrar el mismo bloque de Serenal, cuando integraban la oposición antikichnerista, presentó junto a otros diputados, un proyecto de ley para terminar con el nepotismo en todos los poderes del Estado provincial. Y las reacciones linqueñas no tardaron en escucharse. 

 

La más llamativa, imitando a lo realizado por la hija del ministro provincial Joaquín de la Torre, quien se despachó vía redes sociales contra la medida que la afectaba (era funcionaria provincial y debió renunciar), salió justamente a la luz desde el riñon familiar del intendente Salvador Serenal. Es que su sobrino, hijo de la Secretaria de Educación Marisa Serenal y del director de industrias Carlos Lo Papa (hermana y cuñado del Intendente, respectivamente), atacó vía twitter a la diputada oriunda de la localidad de Carlos Salas.  De esta manera, puso en evidencia el malestar que produce en la familia Serenal la medida que, de aprobarse en la Legislatura, obligaría al jefe comunal de Lincoln a desprenderse de medio equipo de gobierno.

 

 

 

Los que suelen ver fantasmas por todos lados, en el propio seno del Municipio de Lincoln, creen que esta propuesta de Zuccari tiene un único destinatario: el Intendente Serenal y sus inexplicables nombramientos, que suman más de 50 funcionarios y empleados. Sin embargo, la diputada, quien se habría alejado hace un tiempo del radicalismo de Serenal, no opina públicamente del elenco familiar municipal de Lincoln y explica que su propuesta no es para un Municipio en particular si no reformadora de una realidad que se vive en todos los ámbitos de los poderes del Estado. La polémica recién empieza y este parece ser otro capítulo más ¿Hablará Serenal al respecto?.